martes, 17 de diciembre de 2013

Mujer… ten compunción…


Usando ese lenguaje medio oculto, medio enredado  y poco común pero que permite abrir nuestras mentes a nuevas formas de expresar algo de manera escrita, Asunción define los tiempos navideños en términos del Eros. Y lo hace en forma sui generis para el ensayo de esta semana, evocando los sentimientos y las relaciones que surgen o renacen en esta época del año. Sinceramente, en lo personal, me fascino su interpretación. Que lo disfruten.
                                                                                                                   Jorge Macías Sámano.



Mujer… ten compunción…
Amante de las íes, protegida en la naturaleza de sus hermanas, Buda, Ala, Krisna, hoy esta mujer colapsa ante los tiempos por ser

Infundibuliforme es la forma campanulada que adquiere el Eros en Navidad, toca tííííín, tííííín, tííííín, tííííín, tííííín, termina en tááááán; mmm es el único grito que subyuga todo sueño desde lo más sincero, lindo, íntegro y profundo del ser; también, fue mi primer sueño
Ignominiosamente no pretende conocer solo sentir, unir el deseo y el ansia, tomar tu mano en el horizonte para tildar los fantasmas del mañana, abrazar tu cabeza cuando desfalleces ahogado esperando y en las sombras, paralizado, como un crío, te lleva a caer exhausto, de nuevo
Incomposible, el Eros es el primer hermano cuando dices NO, siente lo que sientes, de forma inebriativa llena los recónditos huecos de vacíos insanos, abre caminos, paraliza las aguas del entendimiento, busca y busca eternamente como esparcirse, su principal habilidad: ofender las almas sin pecado
Indubitablemente pasa a ser la fuerza oblativa del día a día de peregrinos y migrantes, de la eterna búsqueda de expansión; el Eros otorga suave, suavemente, entre recuerdos, memorias, familias que te protegen o cobijan por sobre todo, ante la ingenuidad de los años
Intemperante e incólume vuela hacia místicos impulsos de unión; a la vez, no promueve el alivio per se, el error humanizado o la gratificación deshumanizada de los sin perdón; vive identificando equívocos culturales con entrega desinteresada, en comunión con el otro yo de tu yo, de mi yo, de su yo, de sus ¿yos?
Icnográficamente construye el futuro del feminismo, sincronizando la cadencia de los océanos a dimensiones homeostáticas, cuestionando hechos obsesivos y en su lugar enraíza la materia espiritual del cielo y del lenguaje del pensamiento, formando religiones naturales
Ignipotente e ignifugo invoca los elementos de la ebullición, es proceso y proyecto de un puñado de espíritus que antes que gemir, retroceden y se recuperan levantándose por encima de y más allá de cualquier determinación; el Eros ríe al son de auroras boreales, sí, de esa, la que lleva tu nombre
Incertísima/o, debido a su carácter irruptivo, decide ser fémina corriendo permanentemente el peligro de pervertirse en virtud de la concupiscente moral, doblada por el libre albedrío que discurre en patrones moleculares, como manifestar en el otro mundo la frontera de los sueños
Ineluctable degenera en lo orgiástico del gozo destructor, donde no vive nadie, Eros de la alegría vive libre de la impasividad sin conciencia del límite, de la instintividad de la celebración, del valor que no discierne sobre el valor justo, de la despersonalización de la existencia
Incoercible Eros, solo tu disciplinas las márgenes de las aguas incontenidas, eres quien puede contener el arrebato de las luces desparramadas, tu idea murmura, penumbra imaginaria, una vez más, nuevos tiempos navideños
Asunción OC
Casi Navidad 2013

martes, 10 de diciembre de 2013

Serie “Ficción Biológica” Ensayo No.5 Cuando uno más uno es más de dos, la fuerza de la simbiosis



A costa de su libertad, Jorge emprende una aventura al fondo del asunto, bueno ni tanto, porque como dicen: "hoy toca" el lado oscuro de una de las mas románticas relaciones de la naturaleza al descubrir que "hay mas de una forma de mascar la iguana", otorgando mejor sabor a la antibiosis y el antagonismo; a punto de cerrar el año, nos da la simbiosis nuestra de cada día y la percepción de un hombre en su relación con su otro yo.
                                                                                                                             Asunción Orozco.





En este planeta llamado tierra, existen una relación, casi mágica, la de la superficie externa de un ser o de un objeto con respecto a su volumen. Esta relación determina, entre otras cosas, la forma y tamaño que pueden desarrollar los seres vivos, más increíblemente también la forma y estructura de un edificio. Si no pregúntenle a un ingeniero o a un arquitecto.
A medida que algo crece en tamaño, su interior (volumen) crece más que su exterior (superficie). Y no es una relación al azar, es constante. Si incrementamos una longitud, ancho o radio a un factor determinado, su área incrementa al cuadrado y su volumen al cubo. A mayor tamaño de un ser, su relación superficie/volumen decrece. La superficie de un ser crece mucho más lento que su volumen. Las implicaciones de esto son impresionantemente importantes. Las consecuencias inmediatas para un ser vivo es que a mayor superficie, existe mayor pérdida de calor y de agua. Pero paradójicamente, viéndolo con otra perspectiva, esa superficie mayor también puede absorber mayor cantidad de agua o de otras substancias, así como también disipar calor.
Esta es la paradoja a la que se enfrentan todos los seres que habitan el planeta tierra. Todos ellos de alguna manera se comprometen. Los insectos, al ser pequeños, tienen una superficie muy grande en relación a su volumen y esto los hace que pierdan agua fácilmente, por lo que han desarrollado una cobertura impermeable y dura que evita la evaporación por su superficie externa. Otros, como los elefantes, con una menor proporción superficie/volumen, tienen fuertes problemas de calentamiento, el cual es disipado por sus grandes orejas y por los extensas zonas con pliegues de piel en su cuerpo.  
Para lo seres que describiré ahora, esta paradoja es resuelta por ambos al asociarse o trabajar en conjunto.
Ellos son tan distintos como el agua y el aceite y cómo ellos, prácticamente nunca se mezclan o son uno mismo. Siempre unidos, los “pies” de uno con el “cuerpo” del otro. Los ha unido la necesidad más seminal, más primitiva de un ser vivo, obtener recursos para sobrevivir y con ello crecer y lograr reproducirse. Ambos se conectan para tener acceso a lo que uno no tiene y al otro le sobra, son mutualistas, son simbiontes.
Uno de los seres puede tener un enorme porte, de varios metros sobre el suelo, o de apenas unos centímetros. Siempre con colores verdes, rojos o amarillos, que le permiten capturar la energía del sol, es decir es autótrofo, fotosintético. Constituido por tres partes, solo una de ellas bajo el suelo, pero todas ellas constituidas por células con paredes gruesas y duras como capsulas y constituidas por un material muy fibroso. Viven en grupos más o menos homogéneos y se distribuyen en prácticamente todos los hábitats del mundo. En muchas ocasiones, a pesar de su autonomía alimentaria, dependen de los otros organismos para adquirir agua y minerales, nutrientes clave para su desarrollo.
Los otros son muy pequeños, casi microscópicos. Viven en grandes grupos, colonias extensas y siempre bajo el suelo, nunca ven la luz. Formados por millones de células con paredes delgadas y con reservas alimenticias más parecidas a otros seres heterótrofos. Así denominados porque requieren de alimento externo, ya no lo elaboran como los otros seres. Estos pequeños seres eventualmente producen estructuras epígeas (arriba del suelo) que usan para liberar esporas y reproducirse. Estas estructuras, a diferencia de las partes bajo tierra, que son incoloras y prácticamente amorfas o filamentosas, presentaban una enorme diversidad de colores, formas, texturas y tamaños. Omnipresentes en todos los hábitats, siempre estan asociados con los otros seres, con los gigantes productores de azucares.
Las sociedades humanas intercambian productos que unas poseen y las otras no, lo que permite el desarrollo de ellas. De una manera análoga, los seres microscópicos y los gigantes, se asociaron, lo hicieron por el beneficio mutuo de obtener recursos básicos que uno tenía y el otro no. Azucares, agua y minerales. Evolutivamente hablando, constituyeron una simbiosis que les permitió a ambos no solo alimentarse y crecer, si no reproducirse exitosamente en tiempo y espacio, evolucionando mutuamente por millones de años.
Los gigantes, conocidos como árboles, usan sus raíces para sostenerse en el suelo y para obtener agua y minerales presentes en el mismo. Sin embargo, su sistema radicular no sería suficiente para absorber el agua y minerales necesarias para lograr esas tallas, crear un metabolismo que produzca sus propios alimentos y vivir de manera tan prolongada. Para ello requerían forzosamente incrementar su superficie de captación de estos elementos esenciales que se encuentra en gran abundancia en el suelo. Pero si incrementaban la superficie de absorción, es decir aumentaban sus sistema radicular, necesariamente a su vez incrementarían su volumen, por lo que las demandas por recursos se incrementarían aún más. Este círculo vicioso tiene como consecuencia una limitación en su crecimiento. Por su parte las micorrizas, que es el nombre con que se conocen a estos hongos microscópicos antes descritos, carecen de los mecanismos para producir azucares y estos son esenciales para su vida.
La simbiosis de las micorrizas con los árboles, les ha permitido a estos últimos, el incrementar de una manera formidable su captación de agua y minerales al hacer una conexión directa, célula a célula, de sus raíces con las de los hongos. A su vez, el aporte de azucares que hacen los árboles a estos microorganismos les permite crecer de manera continua y formando grandes volúmenes de masas de tejido vivo bajo la tierra.
La simbiosis, como ha sido explicada con este ejemplo, es una manera de ver que la suma de uno más uno, es considerablemente más que dos. Claro, figurativamente hablando!
Jorge E. Macías-Sámano
Vancouver, BC, Canadá

Diciembre 2013

jueves, 28 de noviembre de 2013

Mujer… ten compunción (3a. Parte)



Asunción nuevamente se define a ella misma, así es su estilo. Y prosigue con un relato que nos lleva a la ficción o ¿a la realidad? No ficción, mmmmm no parece más bien la realidad. Que tenue es la línea con la que separa ella, la ficción de la realidad. Los hechos que Asunción describe – y nos advierte que esto seguirá-, así como su objetivo son de mucha de actualidad con el manejo de masas. Léanlo, en verdad nos pone a pensar que tanto ya estaremos “infiltrados” por el sistema y que tanto el sistema nos quiere mantener como un “ladrillo más en la pared”.

                                                                                                                                    Jorge Macías







Mujer… ten compunción…
Mujer de ligerísima floración, intenta llevar la dimensión de lo tenebroso a ti.

Insatisfacción: Fin de su hegemonía.
Después de la crisis de los ochentas, noventas y los que le siguen, las agencias: CISEN (México), DGI (Cuba), SI (Argentina), FSB (Rusia), NSA (EEUU), CNI (España), AW (Polonia), AISI (Italia), AL-MUKHABARAT AL-'AMMAH, MABAHITH AL-AMN AL-DAWLA'ULYA (Egipto),  NIA (Sudáfrica), ISA (Israel), NZSIS (Nueva Zelanda), NICA (Filipinas) y otras, han procedido a determinar una sensación masiva de poder cambiar las pocas y muchas cosas de nuestra vida y la sociedad.

Dichas agencias (no querrán que las repita o su inverosímil significado), en un hecho único han construido los límites del sistema de integración social a fin de favorecer el entusiasmo (irracional) de respeto por los ecosistemas y la naturaleza humana, o sea, la humanidad, en su colectivo humano…, a partir de fomentar un generalizado exceso de participación “social” impetuosa y vivaz, para lo cual se dedican a instalar conjuntamente a Bill Gates, Julian Assange, el piojo Herrera, Edward Snowden y el Director del CERN un malware en productos alimenticios de acceso ilimitado a todo poblador del planeta.

Su Objetivo: No más vacío en nuestras vidas, no más impotencia de no poder,

El malware -mal denominado por su perverso origen (pronúnciese espiar en voz baja)- es una de las innumerables aplicaciones de la energía/materia “extraña” o antienergía/materia, sintetizada en el colisionador de hadrones que se encuentra disponible para cualquier consumidor, el cual presenta entre sus cuatro poderosos efectos de gran alcance: 1) la sensación de ausencia de soledad, ya que hoy por hoy, es capaz de imponer el valor para adoptar compromisos con amistad y ternura, a partir del contacto con la naturaleza y los demás; 2) la pérdida del más férreo villano de la vida, el trabajo y la supervivencia de la humanidad, quien hincó la rodilla… el miedo… este ha pasado a formar parte de muchos de los desaparecidos que intentó migrar montado en la Bestia y… ha dejado de ser fruto de toda amenaza objetiva 3) dependiente del anterior punto, esto es, junto a, la ansiedad originada en el miedo imaginario acerca del qué hacer, qué creer, qué esperar y su perenne acompañante, la ignorancia (apoderada de la cultura universal), juntos llegaron a su final, sin embargo, en reconocimiento a su hedionda obra, la ansiedad no forma parte de los desaparecidos en las fosas comunitarias, esta se encuentra depositada con la mano de Álvaro Obregón en un monumento (no recuerdo cual) 4) por último y como diría Obama al declarar sobre la masacre de Sandy Hook, olvidemos… la acometividad carente de objetivos,  rompamos con la anomia que nos sujeta, construye y defiende como sociedad, viremos hacia los valores y sacralidad de la persona humana, continuemos nuestro viaje al lenguaje de la comunicación cotidiana, de las relaciones personales significativas.

Continuaremos

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Jean La Causa – El teatro de la Empatía


Introducción

¨De acuerdo a la fecha de creación de Jean, el Acuerdo de Asociación Transpacífico fue aprobado unánimemente por México, sus dignos funcionarios y honorable población de inter y cibernautas mexicanos, tipificando como delito de orden público el rompimiento en el equilibrio de las percepciones de todo androide, ya sea que sirva como herramienta libre o como herramienta de desarrollo.” Hoy Juan en su escrito transgrede escenarios e integra lo negativo de la vida mediante su propia dimensión tenebrosa, un camino común a la muerte.
                                       
                                                                                         Asunción Orozco C.






Jean

La Causa – El teatro de la Empatía
Nunca. La verdad que desde que tengo una consciencia jamás había experimentado eso, y cuando me refiero a una consciencia, es a una consciencia como un sub-producto de la inteligencia artificial, según mis registros y mi base de información fui creado el 23 de octubre del 2037, ahora después de 9.26 años de mi creación, soy un modelo obsoleto y justo ahora a 1.84 años de que me saquen de circulación, para cambiarme por un modelo de tecnología cuántica avanzada, tengo algo que se asemeja a lo que Jean llama MIEDO…

Jean me adquirió teniendo él 62 años, 3 meses y 7 días, un hombre que por cuestiones de su trabajo quedo paralizado de la mitad del cuerpo hacia abajo, hombre solitario y no por cuestiones de carecer de ese núcleo social al cual se le conoce como familia, sino más bien solitario por las costumbres y el contradictorio individualismo de los colectivos sociales, desde mi “un tanto” limitada capacidad de razonar, estoy bastante de acuerdo con el hecho que los humanos son seres individualmente sociales, necesitados siempre del respaldo comunal de la familia, pero con ambiciones de crecimiento individual, el cual los lleve a un cierto estrato social, económico o espiritual implicando con ello el abandono de los seres queridos y la familia… desde esa perspectiva, a mí se me hacía más que lógica la soledad de Jean.
A final de cuenta, esa misma soledad la sintió su madre cuando él decidió irse de casa y su abuela cuando su padre murió y no había ya más nadie que la fuese a visitar.
Lo confuso era verlo llorar en los rincones de su pequeño hogar, lamentando ser viejo y desahogando sus penas con la pequeña botella de alcohol, que resguardaba en el costado derecho de su silla de ruedas. Esas apenas eran las primeras impresiones que desde el poco tiempo que tenía de estar en casa de Jean, para mí eran de una extraña complejidad y azarosa lógica <<valga el término>>
Mis labores para con él eran simples, servirle en todo lo que él me pidiera, prepararle los alimentos, intentar que los comiera, darle sus medicamentos, ayudarlo a ir al baño, ayudarlo a subirlo a la cama para que pudiese dormir y despertarlo para iniciar otro repetitivo día.
Incluso, unos de mis programas estaban destinado a entablar conversaciones con mi propietario, en este caso Jean… El casi nunca intentaba eso conmigo, se remitía a hablarme solo para ordenarme cosas como: - Perseo, ¡tengo hambre, sírveme de comer por favor! –Perseo, ¡necesito más vodka! – Perseo ¡Necesito ir al Baño o quiero dormir!, etc… cuando no necesitaba nada de eso, se ensimismaba en su soledad; la silla de ruedas frente a la ventana, donde el aire que entraba hacia mover una cortina de seda casi translucida a través de la cual se podía ver el perfil derrotado de Jean, mientras ésta, la cortina, le acariciaba suavemente la cara, el sollozaba y bebía a pequeños sorbos el vodka en el pequeño recipiente que guardaba en el costado derecho de su silla de ruedas, jamás quiso entablar conversación conmigo hasta ese día, el día desde el cual creo pertinente extraer los recuerdos de mi unidad de memoria virtual y compartirlos con alguien… con alguien a quien “mis sentimientos puedan interesar”.
Una de esas tardes, invernales en donde la luminiscencia del ocaso que entraba en la ventana parecía darle un aire cálido y confortable a la habitación; Jean me llama para satisfacer una de sus definidas órdenes y me grita, mientras tenía la mirada perdida en la nada del perfecto cuadro de su ventana y con los ojos llenos de lágrimas… - Perseo ¡ven acá!
Me acerco presuroso y de buenas formas respondiendo el acostumbrado – ¿Diga usted señor? Él solo dijo con la voz cortada - ¿Por qué?
Amablemente y con esa cálida voz con la que fui programado le respondo ¿Quiere usted contarme algo?...

UN TRAPO QUE NO LIMPIA MÁS (el monólogo de Jean)

¿Por qué me he quedado tan solo? A caso ¿Tan mal me he portado en la vida para merecer esto? <<Bebe un sorbo de vodka>> Lo único que he hecho es hacer lo que me correspondía y cuidar hasta donde pude de toda mi familia, he sacrificado la salud, me han y les he dado felicidad, he trabajado casi toda una vida para que ahora me salgan con esto…
¡No lo creo justo!… <<Un trago más prolongado pasa por su garganta>> Era un trapo limpio, casi perfecto, sin ninguna mancha en mis fibras, un trapo que siempre quiso ser un pañuelo de seda, pero, sé que la vida es así llena de responsabilidades y sacrificios, en primera instancia me molestaba mancharme ayudando a la limpieza, después lo hacía con una franqueza total, ya no me importaban tanto las fibras sucias y los malos olores en mi casi perfecto paño, de a poco me fui ensuciando más y más sobre todo por el servicio al que yo estaba dispuesto a hacer y de repente,  aunque no me gustara, usaban de mi para cumplir diversos cometidos, cosa para las que nunca pensé servir, algunas roturas aparecieron en mí, de a poco ya no era tan útil y desde que quede paralizado deje de ser el trapo que limpiaba, para ser el trapo que yace en este solitario y sepulcral cesto de basura… ya no le sirvo a nadie para nada… creo merecía un poco de condescendencia, eso, eso mi querido “pedazo de chatarra” <<me decía mientras con mirada indiferente seguía concentrado en el infinito de sus lágrimas>>  ¡NO LO CREO JUSTO!  … la verdad es que tengo miedo de morir solo.

EL HOMBRE DE HOJALATA TIENE CORAZÓN
Soy un sistema avanzado, un organismo cibernético, logro de la humanidad y su ingenio, mi código es eficiencia pura, pero limitado a comparación de los nuevos prototipos, capaz de razonar, capaz de interactuar con los humanos, capaz  de interpretar sus estímulos que según la manera en que me programaron replico y  los externo a manera de un sentimiento para ser empático con ellos, mi código de programación solo hace eso; interpreta, nunca siente, sin embargo…
A partir del monólogo de Jean habían aparecido en mí, estímulos que mi lógica numérica o computacional no clasificaban dentro de su lenguaje, apretaba los puños motivado por un estímulo espontáneo, expresando coraje, sentía mi pecho oprimido a raíz de un estímulo de tristeza y miedo.
¿Cómo un “pedazo de chatarra” había logrado tal conexión con los sentimientos humanos?
Quizá nunca lograre entenderlo del todo, partiendo de la base de que fui programado y creado por el ingenio humano, y los humanos son muy complejos en relación a los sentimientos y la consciencia. Lo cierto es que a partir del monólogo de Jean y hasta este momento en donde desde el limitado espacio desde donde espero con incertidumbre mi futuro y desde donde le cuento esto a “alguien que pueda interesarse por mis sentimientos”, siento miedo también de MORIR SOLO…

El Efecto – Lo fundamental
¿Qué es fundamental? ¿Cuál es nuestra esencia? …
Partícula fundamental es el átomo, ¿lo es?, vayamos un poco más allá un nivel más abajo en la escala… lo cuántico
Un núcleo, protones y neutrones formándolo y electrones girando a su rededor, y si seguimos en subescalas cuánticas encontraremos, quarks, leptones, gravitones, etc. Pero… paremos ahí y dejemos algo a la imaginación
Un núcleo formado de neutrones y protones unidos por una fuerza propia de ellos, un electrón que gira a su derredor con una separación de millones de veces su pequeña masa, esa separación solo es vacío, algo lo mantiene unido al núcleo; todos en conjunto forman un átomo, el cual es casi un 98% vacío, ese átomo de algún elemento forma o formará parte de una estructura molecular, estructuras moleculares unidas por alguna fuerza y que forman elementos, organismos inclusive a nosotros que si recordamos somos un gran porcentaje de vacío.
Ahora, si todos estamos formados de las mismas partículas “elementales”, por qué no pensar que tenemos mucho más cosas en común los unos con los otros y hablo de todos, desde los seres humanos, las plantas, los animales e inclusive los androides, a final de cuenta solo somos un conjunto de partículas subatómicas unidas por el vacío, ahora pensemos que todos reaccionamos a estímulos que de alguna manera hacen vibrar nuestras partículas fundamentales generando esto que le da congruencia y sentido a nuestra vida, en medio del vacío creo debe estar… LA CONSCIENCIA

Juan N

@giancarlonavesc

jueves, 7 de noviembre de 2013

No es Karma\La Calavera del Blog



Haciendo un tributo a las hermosas tradiciones en México, Jorge Macías está semana nos envuelve en la creatividad de las rimas de las llamadas "Calaveritas Mexicanas", así que sin miedo... Los invito a Leer y a compartir.



La Calavera del Blog




Y ahí estaban ellos.

Todos al borde de su gran tumba colectiva “los blogeros  de  No es Karma, sólo causa y efecto”. Y en efecto, la mera Catrina se los llevaría por causa de su algarabía y por tratar de ser escritores de gran vía.
Tristes todos, con caras de espanto ya desfilaban por el camposanto. El insufriblemente sentimental,  Juan; la twitera y siempre inmersa en” bites”, Judith; la “avangar cafeinómana”, Mitzi; la “dialéctica y carismática”, Asunción y claro, el de la comida y la ciencia, Jorge el “tragón”.
La Parca les leía sus propios cuentos de calaca entre huertos de blanco nácar y  naranja Cempazuchitl.
Al ritmo de marimba chiapaneca  vibraba la tilica hueca y tamborileaba sus costillas, haciendo cosquillas a los azorados difuntos.

Mitzi buscaba entre sus recetas más cargadas y eclécticas, un brebaje de un tinto o algún confite indicado para la muerte y evitar así su suerte.

Con dominio del idioma complejo y rebuscado, Asunción trabada en dialogo con la parca, buscaba burlarla y atolondrarla para escapar.

Todo en vano. Feliz y flaca, la calaca se meneaba  y decía a los cuatro vientos sin aspavientos “No es karma, solo causa y efecto, No es Karma, solo causa y efecto”
Cantaba la huesuda y  alegre seguía “karma es que me los lleeeeeveeeeee, la causaaaaa sus pretensioneeeeeeees y los efectooos, sus almas en mis adentroooosssss” siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!

Juan se hundía gozoso entre los huesos de la flaca, pensando en las dimensiones pitagóricas y fantasmagóricas de sus diseños macabros. La catrina extasiada lo jalaba del bigotito al sepulcro sin miramiento alguno.

Previendo hambruna en el cementerio, Jorge se despachaba dos órdenes de tacos de nana y buche y un su atol meneadito, mientras le recitaba a la calaca una de sus “ficciones biológicas” buscando burlar su destino entrópico.
Y Judith,  tendida, desarrollaba un algoritmo que bloqueara el password del cementerio y de su tumba, pero la catacumba estaba ya ahí enfrente de ella y su mano ya tomada por la huesuda.

La parca se regodeaba y cantaba. Y hasta bailaba la quebradita retozona sabiendo que los Blogeros  ya estaban longevos y sazones, listos pa’ sus panteones. Se los llevaría con los pies por delante como cualquier tunante. Lala, lala, lalaaaaaaa…. “Ustedes ya felparon”, decía la de la risa eterna y habitante permanente del Mictlán. 

Y así sin más trámite, con su sombrero elegante, la Catrina se cargaba a los cinco Blogeros.  Los metía de uno en uno en sus fosas, que aunque sin rosas estaban cubiertas de hojas. Hojas llenas de ideas y sentimientos. La calaca tilica y flaca, sintiendo remordimientos, leía sus versos a los cuatro vientos.

Los Blogeros oyendo a la huesuda, se entonaban con unos tequilas y sin saberlo bajaban en gran tertulia derechito a su descanso eterno.

Jorge Macías
Vancouver, Canadá
Nov 7, 2013





miércoles, 30 de octubre de 2013

Carta a un Anticonformista\Mitzi M Guerrero



En esta ocasión Mitzi escribe una crítica muy válida y de reflexión diaria para cualquiera. El ensayo refleja nuestra actual sociedad del “úsese y tírese” y del “evitar el aburrimiento”, buscando el lograrlo sin esfuerzo alguno, es decir, con tan solo clic se obtiene el resultado virtual sin sentir el efecto deseado.
Jorge Macías 


Carta a un anti-conformista

Querido anti-conformista,
Te parecerá excesivo, pero cada vez que te levantas por la mañana maldices cada cosa que no sale como debiera: que si la alarma es demasiado fuerte, que si el agua no está caliente inmediatamente, que si el café tarda mucho en salir, que si el pan se tostó de más, que si los zapatos no están lo suficientemente brillosos, que si el autobús se retrasa esos cinco minutos que pensabas invertir en andar más despacio, que si no te dejan de llamar al despacho…
La misma comida, la misma gente, los saludos y autobuses de todos los días. No hay cigarro que sepa mejor que el otro o una cerveza tan fresca como la primera que te tomaste. Vuelves a casa de tus padres para sentirte en tu hogar y te percatas que todo es demasiado familiar como para estar a tus anchas. Subes el volumen a las canciones que te sabes de memoria, ves otra vez las películas más recomendadas en el año en que ganaron sus premios y te prometes empezar a frecuentar el teatro. Zapatos nuevos, ropa diferente, aprender otros idiomas, visitar restaurantes alternativos.
Nuevas conexiones hechas con las palabras de siempre, cambio de condiciones para que todo vuelva a ser ameno. Mejores teléfonos para no llamar a nadie, miles de ángulos para fotografiar un paraíso en concreto, millones de sueños creados por los mismos cuentos. Todo es común, poco te satisface y nada está a tu altura…
Y entonces piensas «necesito un break». Típico: un escape te permitirá estar fresco y relajado para tomar cualquier decisión en un mejor estado. ¿Qué te apetece? ¿Playa o campo? Quizás una aventura en el desierto o tirarse de un avión, ¿y qué tal el surf? ¿Qué sitios buscar? Entremos a la red, busquemos esa alternativa se ajusta a tus ansiedades y a las de 67,000 personas más. Un millón de quejas para soluciones vendidas al por mayor y con un porcentaje variable de impuestos… a cómodas mensualidades.
Está ahí. Eso es. Tal y como creías imaginarlo, el paquete para tu felicidad. ¿Qué esperas? Sólo da en “Aceptar” y es tuyo… Porque ya no aguantas el estrés ni el trabajo ni los amigos ni los colegas; porque estás muy ocupado para cambiar las pequeñas cosas y prefieres una solución rápida que con un solo “click”…

«Ya madura», y no haces nada. «A la cama… ¡estas almohadas!». 


Mitzi M. Guerrero.       

martes, 22 de octubre de 2013

No es Karma\Mujer… ten compunción…(2a. Parte)




"Retomando esquemas en sus manos, entendiéndolos, manejándolos y re formulándolos. 
Asunción O. Colín nos presenta una interpretación sobre fórmulas con las que vivimos día a día y, sin embargo, pocas veces nos encargamos de reflexionar. 
Te invito a que acompañes la lectura con la diversión y agilidad que su autora nos comparte, y que la disfrutes en su clara complejidad."

                                                                                                                               Mitzi M. Guerrero. 







Mujer… ten compunción…
Mujer ignota, ágrafa, de ambigüedad voluptuosa, ignifuga a la inmersión del protagonista

Imposibilidades…

Y u o… Posible - imposible, blanco - negro, si - no, nada - todo… matices, la opción está en la educación, es la única locura válida para cometer crueles delitos de lesa humanidad, provocar revoluciones sin fin, su frenesí nos lleva a repetidos duelos en sepulcros ambulantes;
la educación es contraria a planes de desarrollo, programas institucionales, reformas;
la educación es incompatible con el demonio, con la irrealidad;
la educación es la única que puede invocar a la democracia para que se haga presente en el panteón lo ideal,
es la única lucha que conoce los problemas de sus hijos porque sabe cómo desendemonizarlos…
la educación conoce el único afecto significativo,
es la única que sabe cómo aprender a morir.
Su origen parte del arte de lo posible, su vientre contiene la crítica a la razón utópica, sin la cual no es posible establecerla. Ese “no es posible” no es algo dado sino algo por descubrir; lo que podemos saber es que su descubrimiento pasa por la conceptualización de lo imposible, frente al que se va elaborando y experimentando lo que es posible, por eso mismo lo imposible es algo que también hay que descubrir; de ahí que la educación sea tanto una historia de las posibilidades como de las imposibilidades humanas. Efectivamente, estas imposibilidades también tienen historia porque acompañan conceptualizaciones imposibles al descubrimiento de las posibilidades humanas. Aceptar esta historia tanto de las posibilidades como de las imposibilidades humanas es parte del realismo de nuestros días.

Amén de la geografía y su epidemiología, amén de tempestades (ciclones), tormentas (huracanes), amén de las heridas, carencias y despojos, de las preferencias, de los amigos con derechos sin obligaciones, de la memoria histérica de las mujeres y de algunos hombres, la educación vive a través de la lucha magisterial. Es la única lucha cachonda, hermosa, de esas en que amanece y cada día es más hermosa y más joven, es la única lucha que deseo en el mañanero y cuando no estás, es la única lucha que ha logrado manosear lo más íntimo de mí y de ti y de los que se dejan y de los que no se dejan, es lo posible en el mar de lo imposible…


Esta … continuará …

miércoles, 9 de octubre de 2013

"Esos Vacios" No es karma, solo causa y efecto | Juan N



En el ensayo de esta semana, Juan Carlos Navarro comienza filosofando como él lo hace, quedito y de repente ya está ahí, poniéndonos a pensar. Comienza con una narrativa de la formación de algo y lo que el creador de ese algo, coloca en su creación. Sorpresivamente, y como sin tener relación, salta a otro plano y nos lleva a la vida de cualquiera de nosotros y nuestros anhelos. En seguida, comienza a ligar todo con el tema del vacío, pero no cualquiera, el vacío interno de uno y de lo que queremos de y para nosotros. Seguramente esto les dejara un vacío, un vacío por leer más de lo que hacemos en este Blog tan diverso.
                                                                                                                         Jorge E.Macias Sámano.

                                            
 Esos Vacíos



Todo parte de la extrema calma del vacío, un concepto demasiado conceptual como para ser comprendido, pero sobre todo para darle la importancia que se merece; la misma importancia que tienen las cosas que son tangibles, lo que se puede ver, lo que se puede tocar…
Comienza por moldear un poco de arcilla, vas estrujando de apoco, esa masa amorfa, elastómera ,jugando, un pilón en forma de montañita que acarician tus dedos y de apoco vas encontrando empatía con la masa inerte a la cual le estas dando vida y que de cierto modo estas moldeando a tu gusto y forma.
Y es así: toma vida, vibra, crea un sentimiento, se entrelaza en un juego que empiezas a disfrutar, ya tienes una forma muy peculiar de ese montoncillo de arcilla, muy parecida a algo que estás buscando dentro de ti, algo que será claro reflejo de quién eres y cómo te sientes. De pronto metes un dedo y luego gradualmente la mano en el centro de la montañita de arcilla y creas una oquedad, un vacío algo que logrará contener un líquido, ¡quizá! o algo sólido ¿pudiera ser?
Así de importante es el vacío, sin él no tendríamos una vasija útil sino solo un montón de arcilla en forma de un sólido que pudiera servir para muchas cosas, pero, nunca para contener algo.

-         La nueva vida
Estrujado, moldeado, hecho a conciencia y no la propia, formado, artesanalmente diseñado con cuidados y técnicas para que fuese lo mejor de lo mejor, indudablemente siempre esa es la intención ególatra de los artesanos. Crear la pieza suprema es casi un juego mesiánico con el que agradablemente disfrutamos relacionarnos, moldear, crear a conciencia propia haciendo prevalecer nuestro espíritu, sobre el noble espíritu que las cosas que nacen desean tener.
Linda en el aparador lucia la taza, pretenciosa, siempre preguntándose quien la compraría y para que la usarían, mostrando siempre lo que para ella parecían sus delicadas formas y su simétrica figura. Aun así nadie le dirigía la vista.
Así pasaron los meses hasta la época decembrina, en donde los aparadores de vasijas y tazas se cambian por las diseñadas con motivos de la época y así fue como ella se convirtió en un obsequio, uno de esos que solo se dan por cumplir con los protocolos sociales y que generalmente son obsequiados por ser los objetos con menos valor metálico del mercado. - ¿Qué pasará?


-         El arquitecto
Rodrigo, era un tipo creado y no criado con todo el rigor, ese rigor de las reglas estrictas y que dejan sin aliento, del portarse bien, del rezar, del dormirse temprano, del bautismo inconsciente, del caminar por los lugares seguros y de siempre peinarse los enredados cabellos antes de ir a la escuela.
El quiso dedicar su vida a la ciencia, a la física cuántica, también quiso ser antropólogo, músico, futbolista, investigador, explorador de la corte del Rey Eduardo, astronauta y de todo lo que una indómita mente llena de imaginación nos indica que es posible hacer cuando somos niños, hasta que viene el intempestivo golpe; hacer lo que nuestros padres quieren, la sociedad y la situación económica. Los Artesanos moldeando.
Esa navidad había sido sumamente complicada para Rodrigo, llevaba 1 año de haber salido de la carrera y aún no lograba establecerse de ninguna manera, sin embargo el confort que da la familia en esos casos suele ser conveniente, aunque también contraproducente.
La cena de noche buena lista en la mesa, el árbol de navidad, los regalos y un inevitable encuentro.
Rodrigo apático y descontento recibe ese pequeño regalo que “azarosamente” era para el… Una taza de barro un poco mal hecha, pero con detalles que a pesar de su desprolijidad denotaban un tremendo empeño por parte del artesano que la había moldeado… Él sintió una conexión instantánea, la atraía tanto el hecho que alguien se hubiese tomado tanto tiempo modelar una taza con tantos detalles y eso le parecía increíble…  
¿Qué iras a contener en tu vacío, pequeña taza?
Llenando sus vacíos se encuentran ahora los dos; los vacíos espirituales, los vacíos intelectuales, los vacíos que están dispuestos a llenar juntos, ya sea con café en la oquedad de la taza que satisfaga el efecto creativo que da la cafeína y a su vez llenando con conceptos nuevos el espíritu y la mente del arquitecto para comenzar el mismo juego.
El azar los puso juntos, para reiniciar un ciclo que parece estar más vivo que nunca, arraigado, que se resiste a morir… Sumamente entretenido y mesiánico es el hecho de jugar a ser Artesanos.

                                                                                                                                    Juan N.



martes, 24 de septiembre de 2013



Sigue de pie nuestro activista de la entomología Jorge Macías Sámano, tergiversando caminos para llevarnos a recónditos parajes históricos de luchas entre insectos no sociales y su simbiote ambiente; en este, su breve relato, une la imposibilidad de una historia que se desarrolla entre amigos y hermanos de la vida, el tiempo, el bosque, sus habitantes...Los invitó esta semana a leer y compartir este hermoso ensayo.

                                                                                                                                     Asunción Orozco Colín.

Serie: Ficción Biológica:

Sobre las Rocallosas, a más de 3000m de altura y todo por el cambio climático…




Volaba… ¿volaba? O, más bien -dada su densidad- nadaba en el fluido del aire que lo envolvía. Su par de alas se batían y remaban –literalmente- desplazando su pequeño cuerpo en el viento por los amplios espacios entre los árboles.
Muchos lo acompañaban, muchos. Sin saberlo y mucho menos buscarlo, se dirigían a colonizar individuos vivos de árboles de pino a miles de kilómetros de ahí. Como sus antepasados, quienes habían conquistado árboles parecidos a las araucarias millones de años atrás, allá por el Carbonífero, y lograron vencer la toxicidad de las resinas con que se defendían las primeras coníferas, desarrollando -en su evolución- mecanismos metabólicos que les permitían detoxificarlas y desecharlas. Como muchas cosas en la naturaleza -con el tiempo y un ganchito-, este proceso fisiológico y los productos que generaba se convertirían en un sistema químico que les permitiría a estos organismos agregarse y colonizar un árbol adulto. Tal colonización sí era exitosa, derivada forzosamente en la muerte del hospedero, es decir, del árbol mismo.
El éxito del mecanismo de agregación de estos organismos traía como consecuencia la muerte de muchos de sus hospederos. Como en una carrera armamentista, los árboles tenían que responder y contener el ataque. Aunque no se pueden mover, desarrollaron mecanismos bioquímicos intrincados para promover otras defensas. Así que los insectos descortezadores, que así se llaman estos organismos, se aliaron a los microorganismos y lograron derribar las nuevas barreras de defensa. Los árboles, a su vez, continuaron variando sus defensas de acuerdo con los sitios donde crecían y según su edad. Esta carrera armamentista ha ocasionado una mutua dependencia entre estos insectos y sus hospederos. Los insectos funcionan como una fuerza renovadora del bosque al mantener poblaciones de árboles jóvenes y sanos, mientras que los arboles proveen con un sustrato nutritivo donde se desenvuelven las generaciones de tales organismos.
Así que, como hace millones de años, millones de insectos emergen en el verano para buscar nuevos sitios de procreación. Las temperaturas son altas, perfectas para volar sin problemas y ser transportados por las corrientes termales ascendentes, para con ello alcanzar un desplazamiento mucho mayor al que sus pequeños cuerpos son capaces de sostener.
Al principio vuelan hacia la luz, hacia el sol. A medida que van quemando energías, sus antenas receptoras se vuelven más sensibles que algunos de los compuestos en el aire que les rodea y baña. Pueden percibir distintos componentes del “olor del bosque” y orientarse con alta especificidad a algunas mezclas, a esas que huelen a pino. Las hembras son las pioneras. Ellas son las que deciden cuál árbol será colonizado y son ellas -no los machos- las que liberan los olores que llevan a los individuos a adherirse a un árbol específico. Miles de insectos se agregan en un árbol y cientos de árboles adultos y sobremaduros son así colonizados y muertos, iniciando el largo proceso del reciclado de la materia orgánica. Con ello, el bosque se rejuvenece; así es la dinámica de esta interacción, esos los papeles ecológicos de ambos.
La generación futura de los descortezadores emergerá en el siguiente verano del arbolado colonizado y que ahora, durante el otoño y el invierno, está ya en franco proceso de deterioro. Los insectos, en el estado inmaduro de larvas, pasan el invierno protegidos por la corteza del árbol y por un mecanismo extraordinario: de manera parecida a varios peces, ranas y algunos mamíferos, su cuerpo comienza a producir un anticongelante que los resguarda de las bajas temperaturas en las Montañas Rocallosas de Canadá. El frío es determinante en la mortalidad de estos insectos y uno de los factores fundamentales para mantener sus poblaciones a niveles normales. Es tal su efecto, que si existen picos de temperatura en donde esta descienda a –40ºC, los insectos perecerán sin duda alguna; lo mismo ocurre si existen periodos prolongados a –30ºC. En cada invierno las bajas temperaturas matan millones de insectos bajo la corteza a pesar de su metabolismo anticongelante.
Todos hemos oído y quizás comenzado a sentir lo que se denomina cambio climático. Hemos escuchado predicciones y tal vez hemos observado algunos modelos que ilustran lo que ocurrirá con la acumulación de CO2 que generamos los humanos con nuestras actividades de desenvolvimiento. Este gas, al producirse en grandes cantidades, ejerce un efecto de calentamiento en la atmósfera, y el planeta, sobre todo las plantas que son las que pueden aprovechar directamente este gas, no lo pueden incorporar a sus funciones y tejidos con la misma velocidad con que lo producimos. Por ello, el CO2 se acumula y calienta la atmósfera. De tal forma que se ha visto que los periodos de temperaturas más cálidas se han extendido, incrementando así la cantidad de fenómenos meteorológicos como sequias, inundaciones y huracanes, entre otros.
Pocos ejemplos claros y comprobables existen sobre las consecuencias del cambio climático en tal o cual proceso en el mundo. En general son predicciones, estadísticas, modelos que recrean posibles escenarios. Sin embargo, los descortezadores de pino en Canadá han dado prueba inequívoca de su efecto y es similar, por no decir “idéntico” a algunas proyecciones.

Los pequeños insectos volaban enérgicamente sobre la vertiente oeste de las Montañas Rocallosas de Canadá, desplazándose por encima de las grandes masas de pino a lo largo del sistema orográfico. Gracias a una serie de veranos largos y a periodos de inviernos benignos, sus números crecieron como en 1982, pero con la gran sequía acaecida en la región en el 2003, los números se incrementaron mucho más. La diferencia radicaba en la reciente disponibilidad de gran cantidad de arbolado estresado y altamente susceptible al ataque exitoso por los descortezadores. Zonas de alto riesgo habían sido colonizadas exitosa y paulatinamente por poblaciones de insectos que crecían. Las cantidades de insectos eran tan grandes que muchos agricultores alarmados reportaban ver nubes de insectos sobre los pinos; inclusive, personal del servicio forestal escuchaban durante sus inspecciones aéreas cómo miles de insectos chocaban constantemente contras sus aeronaves. Nunca se había visto un fenómeno así, y sin embargo, todavía habría más.
Billones de insectos volando en el cielo azul de la vertiente oeste de las Rocallosas, pero sólo algunos de ellos lograban establecerse en los pocos árboles adultos vivos en la región. El impacto del descortezador había sido tal que, en los 12 últimos años, una superficie de 13.5 millones de hectáreas fue infestada y todos los árboles adultos, aniquilados. Lo que equivalía al ¡80 % de la principal especie de pinos de Columbia Británica!
 Habría que seguir volando y hallar comida, pareja y reproducirse, pero ¿a dónde? De pronto, fuertes corrientes ascendentes tomaban masas gigantescas de estos pequeños seres navegando errantes, los elevaban como si fueran papelitos color marrón y los llevaban con ellas. ¿Hacia dónde? ¡Oh, no! A los glaciares, al hielo permanente y sin árboles. Pero ellos nada podían hacer, nada, sólo dejarse llevar y ser arrastrados.
Como sucede en los cuentos, en la ficción, un nuevo elemento entraría en escena, y ocurrió que las corrientes ascendentes llevaron a estos seres diminutos a conectar y transbordar las corrientes denominadas de chorro, esas que por ahí de los 7 000 a 12 000m de altura, desplazan rápidamente masa de aire de oeste a este. Esta nueva vía de transporte de forma fortuita libraba materialmente a los descortezadores de acabar en las cumbres hostiles de las Rocallosas.
Así billones de descortezadores, felices, “le sacaban la lengua” a los picos nevados y seguían suspendidos, libres, vivos y en ruta hacia un nuevo destino. Nuevo en verdad. Del otro lado, en la vertiente este de la cadena montañosa, se extendían planicies casi ininterrumpidas de pastizales  al pie de las montañas y en algunas zonas planas, bosques de pino, un posible alimento y sitio de reproducción para los viajeros. Sólo que estos nuevos pinos no eran de la misma especie que ellos acostumbraban y ni los nuevos pinos habían tenido contacto con estos descortezadores antes. Entonces, ¿se reconocerían? ¿Podrían coexistir como lo hacían en el oeste? El encuentro fue violento, con casualidades en ambos lados mas se había establecido una conexión antes inexistente. La lucha por la vida, como viene ocurriendo en la naturaleza desde sus inicios, se desarrolla en estos momentos entre estos dos organismos y los asociados a ellos.
Y todo por el calentamiento global.
Jorge E. Macías-Sámano
Vancouver, BC, Canadá

Septiembre 2013

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Mujer ten.. Asunción orozco



Nos llaman complicadas, nos consideran peligrosas, nos juzgan de seductoras y nos piensan de armas tomar... Pero somos todas y ninguna, y un poco más.
Asunción O. Colín nos presenta en una serie narrativa su versión del ser mujer día a día, con una perspectiva que va desde las entrañas de la complejidad para hablarnos con una claridad única. Seas hombre o mujer, te invito a que leas esta sección como se debe: disfrutándola.

                                                                                                                 Mitzi M.  Guerrero



Mujer, ten compunción...

                                                                                        


Soy una mujer de trato fácil, amistad difícil de conseguir y relativamente más útil para alternar con los demás que un sobrenombre.
Alta o baja según el ciclo circadiano del día que nací, el ciclo hormonal y otros fenómenos incomprensibles. Güera o morena según la alternancia (aunque mi pelo encanece). ¿Fea? Depende de la luz del día. Soy anodina, lo que no me exime de enemigos. Me visto pandrosa. Escribo documentos de varios tipos, he hablado desde varios escritorios, colaborado en frentes docentes, de  investigación, ambientales, virales y -un día a la semana- familiares.
Señores, escribo -obviamente- desde la infancia, cuando de soslayo en un rincón miré un espejo y no había nadie, ¿saben? Nada. Y junto a nuestro hogar los demás manaban clase. Oigo música, eludo la instrumental; voy a exposiciones -nunca a estrenos-, al teatro y alguna vez, al cine. Prefiero leer o pensar intrincadas, ínclitas desventuras.
Aprendí las cosas erróneamente, pues me dijeron: tienes que ser buena. Eso es fácil, dije. Tal vez si no abría los ojos y observaba a los demás. También a dar. Y recibir con ambas mejillas. No espero siempre golpes. Alguna vez un ramo de flores, no importa si despierta una alergia ajena. A veces aprobaciones, que si viene de bien avasalla y si viene de mal escarnece.
Sufro por costumbre. El llanto en mí es un dispositivo desarticulado: no lloro en un momento sublime ni ante la calamidad; chillo cuando suben el precio del arroz o  cuando pierdo la noción del tiempo para pagar el último recibo del agua.
Confieso un amor, mi amor a la i, í, I, iiiiiiiiiii latina; ibídem mmm me hace pensar en ese lugar en que nos miramos tratando de armar el rompecabezas de espejos rotos que nos regaló la lejanía; ídem, al encontrarse los dedos, entrelazarse, zafarse para abrazarnos; icástico, cuando solo queremos prolongar ese calor súbito, infinito del enamoramiento inmenso; ícono, al rozar los labios, las bocas cerradas, que se entreabren, besan las comisuras de uno y otro lado de los labios, extendiendo la tensión con la mirada que sube a los ojos y baja a los labios, pidiendo… ¿éxtasis?; iconoclasta, el encuentro de unos labios al entreabrirse lento, reconociendo los terrenos, sabores, temblores y se tratan de apretar uno a otro, piden permiso para asomar la tímida lengua; iconómaco, dos labios, que saben a mar, dos mares ocultos que se entrecruzan para no perderse jamás.
Aunque tal vez debí decir: ibídem, de nuevo, ¿desempleada?... ídem, en bochornoso afán de tareas vestigiales; icástico, labrando terrenos sin mérito, ni fruto; ícono, y en un santiamén, oyendo alaridos inmisericordes; iconoclasta, creando diálogos, discursos; iconómaco, aguardando, sin bonos, ni aguinaldo, un amanecer.
Ignota, ágrafa... Mujer, ten compunción…
Continuará…

                                                                                                         Asunción Orozco Colín