miércoles, 9 de abril de 2014

Las minorias| No es Karma solo Causa y efecto


Mujer… ten compunción…
Irreprensible e inoportunamente ininteligible así como circunscripta al sexo molecular

Hablando de órganos concupiscentes, es digno mencionar en esta época de bienes y parabienes, o sea de reformas, el significado de los números que apuntan sus narices a las minorías, sean estas religiosas, de género, edad, sexo o geografía y lo que representa la vulnerabilidad de sus derechos. Esto es, en cifras mexicanas de México y hablando de hechos que suceden en el territorio del país, creo que todavía se vulneran los derechos de los siguientes: bueno para rápido, del 100% de las minorías.

Asunción OC




Los números son la representación más fiel de la realidad, no sé quién lo dijo, pero gran verdad asomó a su nariz
Desglosando científica, técnica e históricamente, como dirían mis maestros de la primaria, desde tiempos inmemoriales, por decir algo, desde el año 10 0000 AC, ya se les vulneraban sus derechos a poquitos, ya que la población mundial apenas ascendía a como un millón de seres “humanos”; hablando del presente 2013 en México, donde somos unos 118 millones de seres (in)habitantes y que entre otras cosas, nos caracterizamos demográficamente en: 20% de profesantes no católicos, 6% de LGBTT, 51% mujeres, 10% de población adulta mayor, 10% de población indígena, un 2.5% de transmigrantes, 9.7% en pobreza multidimensional, 19.9% con ingresos inferiores a la línea de bienestar mínimo, 23.8% con 3 o más carencias sociales y otras que se me van de la mente, y constituyen el 1000 8000 por ciento del total. A todas, TODAS estas minorías se les vulneran de forma inimaginable sus derechos; y  por lo visto, la tendencia del futuro, para cerrar cifras, al próximo 2014, en el 99.9999999995% del territorio del país (menos 0.0000000005 del espacio aéreo o aire que respiramos), el hostigamiento e intolerancia a las minorías que han osado trascender a la pertenencia de un grupo con identidad, leal a sus principios, origen e idiosincrasia se mantendrá; se mantendrá pisoteando TODOS sus derechos para que no digan que TODO cambia y que el futuro si es promisorio para el 2014 ¿quién lo dijo? Las honorables Cámaras de la Nación ¿Cuándo? Ayer, hoy, mañana ¿por qué? Por un jugoso bono ¿para qué? Tú y yo lo sabemos.

Pero como esto es puro cuento, no lo crean todo, porque estas cifras fueron obtenidas de los Libros de Texto Gratuito versión 2013 sin corregir, del INEGI, La Jornada y del CONAPO (donde los valores de la t de student tanto para las pendientes como para las ordenadas al origen de las regresiones de todos los grupos de edad, son altamente significativos, lo que prueba que las pendientes y las ordenadas son significativamente diferentes de cero).

El yin y el yan del centro de mi Ciudad
Como la bolsa pañalera de cualquier mujer trabajadora en la que puedes encontrar desde un encendedor para calentar mamilas hasta condones de sabores para prevenir otro infortunio, así es el centro de mi ciudad de México, siempre a punto de reventar como un flato contenido cuando vas a conocer al amor de tu vida y/o de mi vida. Nada que decir de sus vecinos en la Iztapalapa, la Gustavo A. Madero o la Álvaro Obregón, donde los fraudes millonarios de sexenios pasados no perfilaron, además que ahí si se respira “tranquilidad”, cero marchas o protestas, solo inseguridad y violencia urbana ahhhhhhhhhh.

En el centro de mi ciudad solo pululan agentes tipo merolico exclamando por un lado: que el aumento al pasaje del Metro y por el otro: ¡que lo suban! A ver quién paga; o del otro lado: que la reforma energética, y su contraparte: ¡que la firmen! en tres años la desfirmamos (como mi reciente divorcio de hace 25 años) ¡ya que!; o los de un lado más allá: que los reclamos de la CNTE y este lado más acullá: ¡que se queden para siempre! Si ya son parte del atractivo turístico en Oaxaca y Chiapas ¿por qué aquí no? Y allá, en el fondo de todos los lados: que la caravana de madres centroamericanas en busca de sus familiares desparecidos en México, será en otro México ¿porque aquiiiiiiiiiiiiiiiiii? ¿Desaparecidos aquiiiiiiiiiiiiiiiii?

Aunque muchas de las fotos que muestran en la tele y los diarios se me hacen conocidas, será el sabor latino, sí, eso es, el sabor de un beso perdido, quien lo envió no puso remitente, su beso cayó en mis ojos, en mis labios, en mi cuello y un poquito más abajo, cayó y cayó, hasta que pidió perdón por todos sus pecados, entre ellos, salir de su casa sin avisar a donde iba y cuando estuvo a punto de perder su último aliento, solo pudo enviar un beso a sus lejanos seres queridos, sí, ese beso lo recuerdo aún…

La autoregresividad de la función estabilizadora en el contexto de la segregación para el uso intensivo del conocimiento
Blanca María del Socorro Alcalá Ruiz, Ivonne Liliana Álvarez García, Angélica del Rosario Araujo Lara, María Elena Barrera Tapia, Luisa María Calderón Hinojosa, Gabriela Cuevas Barrón, Adriana Dávila Fernández, María Cristina Díaz Salazar, Hilda Esthela Flores Escalera, Margarita Flores Sánchez, Norma Alicia Galindo Matías, Silvia Guadalupe Garza Galván, Diva Hadamira Gástelum Bajo, Mariana Gómez del Campo Gurza, Arely Gómez González, Marcela Guerra Castillo, Lizbeth Hernández Lecona, Juana Leticia Herrera Ale, Ana Lilia Herrera Anzaldo, María Verónica Martínez Espinoza, Sonia Mendoza Díaz, Lilia Guadalupe Merodio Reza, María del Pilar Ortega Martínez, Maki Esther Ortiz Domínguez, Graciela Ortiz González, Claudia Artemiza Pavlovich Arellano, María el Rocío Pineda Gochi, Laura Angélica Rojas Hernández, Mely Romero Celis, María Lucero Saldaña Pérez, Ninfa Salinas Sada, María Marcela Torres Peimbert






Firman Reforma Energética
Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
Olga María Del Carmen Sánchez Cordero Dávila

Caso Florence Cassez
Juana Barraza Samperio
La mata viejitos
Laura Bozzo
Coyuca de Benítez, Gro.
Gloria Trevi
Primera fosa con desparecidos
Elisa Ayón, Andrea Benítez
Lady Panteones, Lady Profeco
Elba Esther Gordillo
Será Lady SEP?
Sandra Ávila Beltrán
Reina del Pacífico

Hay más ¿seguimos?

                                  
Asunción OC

Abril, 2014

jueves, 27 de marzo de 2014

“Díselo a quien más confianza le tengas”



En cumplimiento al axioma máximo de la comunicación -es imposible no comunicarse-, Jorge nos presenta su dilucidación acerca de la misma; intensa reflexión puede desembocar, sí en su cometido transgrede los hilos de las relaciones que nos unen y desunen cotidianamente, aún ante pausas temporales, geográficas o pasionales, complementando nuestras ontológica filogenia.

Asunción OC, Marzo 2014




Comunicación, una actividad básica que realizamos a diario y que permite la conexión con nuestros semejantes e incluso con nosotros mismos.
La comunicación está presente en todas y cada una de las actividades que realizamos. En la casa, el trabajo, la escuela, el gimnasio, el transporte y por supuesto en las relaciones personales. Transmitimos, nos comunicamos.
Es claro y todos sabemos que existen muchas maneras de comunicar y de igual manera lo que queremos comunicar. Más ¿han pensado en lo que conlleva el mero hecho de comunicar? O en otras palabras: ¿qué ocurre con o en nosotros cuando comunicamos?
De manera casi imperceptible, hablamos con nosotros mismos. Nos confiamos nuestros planes, ideas, sentimientos y sobretodo, quizás más que otras cosas, nuestros miedos y problemas. Quizá suene extraño y hasta redundante, mas esta comunicación con nosotros mismos, la hacemos en nuestros propios términos.
A veces las circunstancias en que nos encontramos o en el camino encontramos a alguien y rompemos  nuestro silencio hacia los demás. Hablamos, confesamos o escribimos. Sin quererlo o pensarlo este hecho genera una situación muy simple a primera vista, pero con mucha profundidad si entendemos su dimensión.
Ideas o sentimientos, salen de nuestra boca o fluyen en la escritura adquiriendo una nueva dimensión. Una dimensión que nos obliga, aunque no queramos, a vernos diferentes. A veces sentir que no nos reconocemos y en otras simplemente reafirmamos lo que somos y pensamos. Estas situaciones en nuestras vidas hacen que literalmente nos observemos de una manera diferente a la que ocurre durante nuestros soliloquios. Proveen con la oportunidad única de criticarnos y analizarnos a nosotros mismos. Actitud muy sana para vernos tal y como somos y a veces aún más importante, como nos ven los demás.
La conseja dice: “platícalo con alguien” o “confíaselo a un amigo” o “díselo a quien más confianza le tengas”
El hecho es que las experiencias en comunicar o transmitir algo ya sea platicándolo o escribiéndolo, permiten ver, entender y analizar ideas y pensamientos de una manera única que nunca se logra sí únicamente se dejan con uno mismo.
La verdad es que a menudo aunque nosotros tengamos claro algo no lo comunicamos con esa claridad que queremos y en ocasiones provoca un efecto no deseado en nuestros interlocutores. Puede causarnos frustración y evitar, la total comunicación. El comunicar algo, sobre todo si es importante, nos lleva a la necesaria tarea de organizar las ideas. De tal manera que las valoremos de acuerdo a la importancia que les queremos dar y de esa manera explicarlas, al tiempo que “nos damos a entender”.
Existe otro punto que también es difícil de visualizar de primera intención y que ocurre como un beneficio de comunicar. Ocurre que a veces lo que tenemos por transmitir tiene un alto contenido emocional y sin querer, el simple hecho de que salga de nosotros, hace que no solo se alivie la presión que genera el llevarlo, sino que hace que lo veamos con más claridad y bajo un marco más real y quizás con una menor importancia. Esto se potencia aún más si nuestro interlocutor da su punto de vista.
Sea como fuera, la comunicación con nosotros o con los demás, es un hecho que el ejercitarla y hacerlo correctamente, provee uno de los mejores medios para desarrollar nuestra persona, actividad, profesión y propia vida como seres sociales y políticos.


Jorge E. Macías-Sámano
Vancouver, BC, Canadá
Marzo 2014

sábado, 15 de marzo de 2014

10 Minutos


10 minutos
No es karma, solo causa y efecto | María Elena Sánchez





Voy a escribir lo que venga a mi mente en los próximos 10 minutos, por el placer de dejar plasmado en algún lugar la maravilla que es el pensamiento.
Estamos viviendo una época asquerosa y maravillosa a la vez. Me voy a concentrar en lo asqueroso, no en un afán negativo sino por resaltar mi opinión sobre un aspecto que considero nefasto de la vida actual. Este tiempo, en el mundo occidental, nos incita y nos “premia” a vivir la vida a toda prisa. Si hacemos algo despacio, “estamos mal”. Todo tiene que ser rápido (y perfecto, por cierto). En ese sentido, creo que quienes se dejan llevar por esa corriente (y me incluyo la mayoría de las veces) nos perdemos de la maravilla de detenernos: detenernos a pensar, detenernos a observar, detenernos a disfrutar, ¡vaya, hasta detenernos a sufrir!. Y se reemplazan los libros por las películas, donde la mejor historia puede ser contada de principio a fin en 2 horas; se reemplaza una aguja, un hilo y un trozo de tela por una maravillosa bordadora que en un santiamén nos hace un bordado perfecto, reproducible sin error un sinfín de veces. Y aún estas máquinas son cada vez más veloces, las más caras dan más puntadas por minuto. ¡Corre! ¡No te detengas! ¡Hay que ir al paso con el ritmo actual! Bueno, ahora hasta a los muertos los incineran en vez de enterrarlos. Podemos tener las cenizas del difunto en 4 horas, ¡guau!
Me declaro totalmente en desacuerdo. La vida es única, irrepetible, irremplazable. Cada momento debería ser digno de apreciarse in extenso, tal pareciera que estamos eterna e incansablemente persiguiendo un futuro que, en cuanto se vuelve presente, deja de ser importante. “Lo importante tiene que ser el resultado, perfecto y vertiginoso”. No. Me niego. Cada vez me niego más, más a menudo, más contundentemente. Hay cosas que toman tiempo, simplemente, como el vino. Cada año toma exactamente un año, ni más ni menos, y no hay días que duren 5 minutos, aunque a veces lo quisiéramos así para acortar el sufrimiento de quienes padecen una enfermedad terrible o están injustamente presos. Pero no. Ante esa situación, creo que debemos y necesitamos reaprender a vivir al ritmo de la naturaleza, exactamente. Y tenemos que revalorar profundamente lo bueno que nos rodea. A mí no me van a ver llorar mirando la fotografía de mis padres ancianos arrepentida de no haberme concedido el tiempo de convivir más con ellos cuando vivían a 5 minutos de mi casa.

María Elena Sánchez, Ciudad de México

miércoles, 22 de enero de 2014

Transformación de una superficie nívea y tranquila



El fluido, ahum (bostezo), sólo se mueve si se le mueve ¿dónde he oído eso? discurso político reciente ¡nooo! no creo; además la forma de este depende del recipiente que lo contiene sin modificar su volumen, sí, se trata no de un discurso, sino del Pacto por México; mmm, volviendo a mi reflexión original, ah los constituyentes de un líquido se deslizan "cohesionados", entonces: confirmo y me desconfirmo ¿de qué hablo? ¿pasó algo? un año más fluyó y de esta manera Jorge nos entrega su primera reflexión 2014 para su gusto y deleite 
                                                                                                                      Asunción O. C.
                                                     

                                                                             



-Algo que solo los de más de 40 años de edad entenderán –

   La superficie del líquido era nívea, tersa y tranquila. Poco a poco la energía lo comenzaba a inundar de una manera imperceptible. Lentamente el líquido blanco comenzaba a llenarse de movimiento. El aire sobre su superficie aun transparente, era casi de la misma temperatura que él.
La energía fluía, constantemente, viajando dentro del líquido.
Poco a poco se producían corrientes leves que surcaban desde el fondo hacia la superficie. Tan débiles eran que no tenían la capacidad de distorsionar el espejo de la misma.
A medida que pasaba el tiempo, en la superficie, justamente en donde el líquido tocaba el material que lo contenía, pequeñas burbujas se comenzaban a formar desapareciendo casi instantáneamente.
De repente, sin sonido alguno y de manera sorpresiva, en la superficie iba apareciendo  una película blanca, muy  delgada y continua, que se arrugaba y se distendía constantemente. Hacia las orillas, comenzaban a almacenar burbujas que reventaban lenta y ya solo algunas desaparecían sin producir ruido alguno.
De manera paralela, el aire sobre la superficie comenzaba a calentarse y pequeñas columnas de vapor apenas visibles elevándose por aquí y por allá.
Las corrientes en el interior del líquido eran cada vez más fuertes y frecuentes, como si algo quisiera escapar hacia la superficie, más ellas chocaban con la película ahora formada y haciendo que ésta se mantuviera en movimiento continuo, como contrayéndose y expandiéndose.
La película iba creciendo en espesor, su color ahora cambiando a amarillento y comenzaba a ser empujada continuamente hacia arriba por una capa de diminutas burbujas blancas. Estas ya formaban una espuma que crecía y se mantenía gruesa sin elevar mucho a la película.
Ya el aire sobre la superficie del líquido era pesado, caliente y cargado de los vapores que emanaban continuamente.
Y sucedió.
La dinámica de la transformación del líquido blanco se aceleraba de tal manera que la película ya amarilla y gruesa, se elevaba violentamente propulsada por una densa capa de millones de burbujas blancas que coalecían en otras más grandes.
Todo pasaba muy rápido, el líquido era impulsado hacia arriba, con su corona de burbujas níveas que reventaban y rápidamente eran reemplazabas por otras. El olor del aire era caliente y dulzón. La energía pasaba por el líquido y se liberaba.
Y es cuando todo ocurrió.

Un grito estremecedor a lo lejos se oyó: Jorge, se tira la leche!!!

                                                                                                     Jorge Enrique Macías Sámano.
                                                                                                                          Enero 2014