jueves, 7 de noviembre de 2013

No es Karma\La Calavera del Blog



Haciendo un tributo a las hermosas tradiciones en México, Jorge Macías está semana nos envuelve en la creatividad de las rimas de las llamadas "Calaveritas Mexicanas", así que sin miedo... Los invito a Leer y a compartir.



La Calavera del Blog




Y ahí estaban ellos.

Todos al borde de su gran tumba colectiva “los blogeros  de  No es Karma, sólo causa y efecto”. Y en efecto, la mera Catrina se los llevaría por causa de su algarabía y por tratar de ser escritores de gran vía.
Tristes todos, con caras de espanto ya desfilaban por el camposanto. El insufriblemente sentimental,  Juan; la twitera y siempre inmersa en” bites”, Judith; la “avangar cafeinómana”, Mitzi; la “dialéctica y carismática”, Asunción y claro, el de la comida y la ciencia, Jorge el “tragón”.
La Parca les leía sus propios cuentos de calaca entre huertos de blanco nácar y  naranja Cempazuchitl.
Al ritmo de marimba chiapaneca  vibraba la tilica hueca y tamborileaba sus costillas, haciendo cosquillas a los azorados difuntos.

Mitzi buscaba entre sus recetas más cargadas y eclécticas, un brebaje de un tinto o algún confite indicado para la muerte y evitar así su suerte.

Con dominio del idioma complejo y rebuscado, Asunción trabada en dialogo con la parca, buscaba burlarla y atolondrarla para escapar.

Todo en vano. Feliz y flaca, la calaca se meneaba  y decía a los cuatro vientos sin aspavientos “No es karma, solo causa y efecto, No es Karma, solo causa y efecto”
Cantaba la huesuda y  alegre seguía “karma es que me los lleeeeeveeeeee, la causaaaaa sus pretensioneeeeeeees y los efectooos, sus almas en mis adentroooosssss” siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!

Juan se hundía gozoso entre los huesos de la flaca, pensando en las dimensiones pitagóricas y fantasmagóricas de sus diseños macabros. La catrina extasiada lo jalaba del bigotito al sepulcro sin miramiento alguno.

Previendo hambruna en el cementerio, Jorge se despachaba dos órdenes de tacos de nana y buche y un su atol meneadito, mientras le recitaba a la calaca una de sus “ficciones biológicas” buscando burlar su destino entrópico.
Y Judith,  tendida, desarrollaba un algoritmo que bloqueara el password del cementerio y de su tumba, pero la catacumba estaba ya ahí enfrente de ella y su mano ya tomada por la huesuda.

La parca se regodeaba y cantaba. Y hasta bailaba la quebradita retozona sabiendo que los Blogeros  ya estaban longevos y sazones, listos pa’ sus panteones. Se los llevaría con los pies por delante como cualquier tunante. Lala, lala, lalaaaaaaa…. “Ustedes ya felparon”, decía la de la risa eterna y habitante permanente del Mictlán. 

Y así sin más trámite, con su sombrero elegante, la Catrina se cargaba a los cinco Blogeros.  Los metía de uno en uno en sus fosas, que aunque sin rosas estaban cubiertas de hojas. Hojas llenas de ideas y sentimientos. La calaca tilica y flaca, sintiendo remordimientos, leía sus versos a los cuatro vientos.

Los Blogeros oyendo a la huesuda, se entonaban con unos tequilas y sin saberlo bajaban en gran tertulia derechito a su descanso eterno.

Jorge Macías
Vancouver, Canadá
Nov 7, 2013





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