miércoles, 24 de octubre de 2012

A toda acción corresponde una 

Reacción
No es Karma, solo causa y efecto | Jorge E. Macías






La Tercera Ley de Newton indica que “A toda acción corresponde una reacción, de la misma intensidad y dirección con sentido opuesto”.

Este principio universal rige la interacción física de los cuerpos, y puesto en otro contexto, ya sea de otras ciencias o incluso en la vida diaria, describe bien las consecuencias de nuestras acciones.

Como profesionista me encuentro constantemente con lo que implica la introducción de especies exóticas a una determinada área. Una especie exótica es aquel organismo que esta fuera de su distribución original o nativa, es decir que fue introducida a un nuevo ámbito. Si bien muchas especies exóticas son introducidas con un propósito, otras son “accidentes” que ocurren. Muchas frutas y granos (arroz, mango, trigo, etc) son exóticos y se han distribuido por todo el mundo para beneficio de la humanidad. El ver animales exóticos en zoológicos tiene un valor educativo y de investigación. Los conocidos eucaliptos son originarios de Australia, crecen en muchas partes del mundo y tienen gran utilidad no solo como madera y celulosa, si no como estabilizadores de suelo en sitios con erosión. Ecológicamente hablando, una especie exótica llega a un medio en donde los organismos normalmente asociados a la misma, sean enemigos o que la beneficien de alguna manera, no están presentes. De igual manera, el medio que recibe a la especie exótica, tampoco la “reconoce” de inmediato y no puede interactuar con ella de manera alguna. Consecuentemente, dependiendo de la adaptabilidad de la especie exótica y de las especies que potencialmente se puede asociar a ella, el futuro de la primera será definido. Muchas veces la especie exótica muere y no llega a desarrollar una población para mantenerse; en otras ocasiones, aprovecha el vacío de enemigos y la bondad del ambiente, creciendo en números insospechados ejerciendo un impacto ecológico considerable.

La acción de introducir especies tiene consecuencias ecológicas y económicas que pueden ser positivas y negativas. La mayoría de los casos la repercusión ecológica es mas importante por tener un efecto mas permanente y mucho mas amplio, pero al final muy posiblemente redundara en un impacto económico. Australia es un continente en donde se han realizado introducciones de gran variedad de organismos y por el hecho de ser una isla-continente los efectos son muy marcados y han sido documentados ampliamente. En ese continente fueron introducidos conejos europeos para que los Dingos (perros salvajes y el depredador nativo más importante) tuvieran comida y aumentaran sus poblaciones, al tiempo que los habitantes tuvieran un animal como caza deportiva. Los conejos no solo por tener un poder de reproducción altamente conocido, si no por carecer de otros enemigos naturales en su nuevo ambiente, crecieron a un numero tal que se convirtieron en una verdadera plaga, afectando cultivos agrícolas y vegetación natural. 

Tal fue el daño y por ende la necesidad de controlar a estos herbívoros, que el gobierno Australiano en 1991 introdujo una enfermedad específica de ellos para erradicarlos  y casi lo logró. De una manera parecida, el nopal, ¡sí! ese que comemos y produce tunas, fue introducido a Australia en los 1800’s con el fin de criar la cochinilla, un insecto que produce un tinte rojo y  que crece en ellos; el tinte era en ese entonces una mercancía muy apreciada para teñir tela y sobre todo los uniformes del ejercito que son de ese color. A la par, el nopal fue cultivado también como fruta y como un excelente cerco vivo. El hecho fue que, esta planta desarrollándose en un medio sin enemigos naturales y con un clima propicio, para mediados de los 1900’s ya había invadido ¡60 millones de acres! Como la dispersión de la planta, ahora una “mala yerba”, era promovida por aves como los Emues (aves parecidas a los avestruces), cuervos y otros similares, ellos comenzaron a ser cazados para detener el avance. Se usaron muchos productos químicos para su control, incluidos compuestos de arsénico y otros altamente tóxicos, pero los esfuerzos fueron infructuosos. Fue hasta 1926 que se hicieron las primeras introducciones de un insecto enemigo natural del nopal (y por ende, exótico para Australia) y al cual le tomo casi 60 años (gracias a constantes reintroducciones y monumentales programas de reproducción y liberación del gobierno) detener y disminuir la distribución del nopal. Sin embargo a la fecha el nopal todavía existe en algunos sitios, pero ya en números muy bajos. Se sabe que un 42 % de la especies en peligro de extinción están en riesgo por especies exóticas introducidas.

La acción --  La introducción de estos agentes nocivos a otras localidades -- aunque no intencional, es constante y siempre latente. ¿Las razones? El alto comercio y transito existente entre las naciones. La reacción opuesta y con sentido contrario ocurre cuando estos nuevos organismos, llegan en números muy reducidos, pero encuentran condiciones para explotar el medio y se convierten en poco tiempo en grandes números y generan un problema importante. Mas este aspecto de la “acción y reacción” no es solo privativo de los sistemas biológicos. En nuestra vida diaria, en el comercio, la “acción” la vamos construyendo a diario y además de manera intencional, compramos productos extranjeros por ser los mas baratos o en el peor de los casos por que son los que existen. ¿La reacción? La explico mas adelante.

Asia se ha convertido una potencia en el comercio internacional y sus productos están ya en todas partes, con un impacto importante para la economía de México y de otros países, incluidos los desarrollados. Al margen de la calidad, dados sus esquemas de producción, son altamente competitivos por tener un bajo precio y tener una producción masiva. Se siente uno mal de ver en el comercio juguetes autóctonos, como las pirinolas y tropos de madera, hechos en Taiwan o “Tequila” hecho en Japón. Los asiáticos no se detendrán y utilizaran sus constates “cantidad y precio”, para introducir sus artículos exóticos, ejerciendo un impacto (reacción opuesta) en toda nuestra rica y tradicional artesanía. La calidad de los artículos asiáticos es bien sabida; mala, pero eso no nos detiene a comprarlos. Intencionalmente estamos introduciéndolos y quitando oportunidades de trabajo reales (no me refiero a los vendedores ambulantes que venden cualquier cosa) al no comprarles, pero  también indirectamente incidimos en impactar una forma de vida  y a desaparecer usos y costumbres que forman la base de nuestra cultura, que queramos o no afectan nuestra economía. Lo mismo ocurre con algunos alimentos, que son introducidos de otras partes y consumidos en el país, a pesar de cultivarse o de criarse en el nuestro. No se diga si los productos son el resultado de desarrollos tecnológicos o científicos, pagamos muy alto por los mismos, solo pensemos en los electrónicos y en muchos medicamentos.

Los organismos y artículos exóticos ejercen un impacto ecológico y económico. Paradójicamente ambas palabras tienen la raíz “eco” (del griego oikos, casa), la primera refiere al “ambiente” y la segunda a la “administración” de la casa. Por lo que sin importar como veamos o entendamos la introducción de exóticos, en una concepción amplia ambos afectan la “casa”.  Y lo que es peor, ambos, el “medio” y la “administración” ejercen una sinergia fuerte que puede balancear la resultante hacia ambos lados.  
Por ello los invito a reflexionar no solo en lo que ocurre con nuestro ambiente, si no lo que implica comprar artículos extranjeros, pues ya lo dijo Sir Isaac Newton “a toda acción siempre existe otra igual y con sentido opuesto”.

Jorge E. Macías Sámano

miércoles, 17 de octubre de 2012


Independencia de una Mano      
No es karma, solo causa y efectoJuan Carlos Navarro



Esta mano, hoy en un grito revolucionario de rebeldía y coraje, se expresa, por fin; sale del silencio y se expone, no importándole las consecuencias, usando un sentimiento que mas nunca piensa callar.

Esta mano, que desde que te pertenece, ha encontrado el camino que creía haber perdido; la mano; la misma que carecía de motivos para ser creativa.

Esta mano, la derecha que adquiere vida a la más mínima insinuación, de ese delicioso néctar que fluye desde tu boca, que se convierten en palabras y que me intentan decir algo.

Esta mano que armónicamente confabula con este lápiz, el cual con suavidad blande entre sus dedos, que crea, que destruye, que nunca deja de imaginar y que al igual que un par de niños, se entregan a este de experimento lúdico de unir palabras, solo para que tu, exclusivamente tu, los veas jugar, correr juntos sobre la interminable llanura de este campo, para que leas; juegan juntos, corren juntos, solo para ver la expresión de esos inagotables ojos.

Esta mano, que necesita, que busca y que afortunadamente, siempre encuentra los motivos para justificar su existencia; en un sueño, en una historia, en un poema… en tus historias, en tu vida.

Esta mano que a pesar de tener un aspecto de tenues rasgos femeninos, esta condenada a coexistir con este lúgubre personaje, con este hombre, que creía haber errado el camino, que no encontraba la respuesta, solo porque nunca supo preguntar con propiedad; este hombre que se conoció así mismo hasta hace muy poco, que descubrió el sentido de su vida, gracias a otra; la tuya.

Esta mano, la que se comunica contigo y que te agradece: por el lápiz, por el hombre, por el sentimiento, por los motivos, por las sonrisas, por las conversaciones solitarias, por la felicidad, pero sobre todo por la libertad, esa que me diste al emancipar mi mente.

Esta mano, que no le pertenece más al hombre a la que inevitablemente esta unida y que a pesar de esta clara contradicción, comparten un solo sentimiento, transitan por un solo sendero… Esta mano que solo vive para recibir la recompensa divina, la de ser, algún día, estrechada por otra mano… Tu mano.


@giancarlonavesc

miércoles, 10 de octubre de 2012




El libro: la mejor opción para  la soledad.
Por | José Luis Navarro

Pues como empezar;…  nadie dijo que era fácil y confortante salir de casa, pero uno va en busca de su destino o simplemente te encuentra y es muy difícil escapar de él,  y en ocasiones te invade mucho la soledad y la melancolía, de todo lo que dejaste en casa,  por que después de hacer toda tu rutina diaria, que por lo regular siempre es monótona y a veces hasta aburrida; nunca faltan los chispazos que le ponen un poco de alegría “no todo es malo no crean que soy pesimista”, llegas a tu cuarto y haces lo que tienes que hacer, se podía decir que hay muchas cosas para no tener ese sentimiento de tristeza y soledad por ejemplo: la televisión, la música, el internet y los libros.
Ya sé que hay mas cosas, pero son los que se me vinieron al a mente rápido, la música, me gusta mucho gracias a mis hermanos y primos; el jazz, por el cual muchos piensan que soy un villamelon que solo lo hago por encajar en un circulo social, pero  si escucho mucha música pero a veces no es suficiente y sigues aburrido, ahora  la TV en mi caso, no tenia televisor, “bueno si pero era una tv portátil eso si a colores” pero después ver un rato te lastimaba la vista, también mire mucha tv online, pero era mas de lo mismo,  y mas de alguno dirá: “teniendo internet no te aburres güey tienes Twitter, Facebook, chat y el YouTube”, bueno para mi esta bien un rato de esa onda pero me aburro muy fácil con eso, por que la conexión estaba muy lenta como “tomaba prestada la señal”, y ahora los libros… uy los libros como les cuento, les soy sincero si mucho leía el periódico y no era de siempre y diario y si era un libro aplicaba la clásica “¡que tenga dibujos; puras letras me aburre!”, pero acá solo y después de intentar con varias cosas era una opción que debería retomar, un día de la nada después de estar un rato en la computadora y ver noticas y escuchar música, apague la computadora, y de repente me sentí muy muy solo y triste y como si los libros me llamaran, mi vista se dirigió hacia esa mesita que tenia 2 libros empolvados que mi hermano me dijo “te voy a prestar dos libros léelos cabrón no te hace mal, nada mas cuídalos” y me los recomendó, los limpie y dije cual “me chingo ahora”  uno era “crimen y castigo” y el otro era “el viejo y el mar” uno de los cuales yo le compre hace mucho la primera vez que me fui de casa a vivir solo , tal como ahora, (carajo siempre eh sido un errante me cae), pero bueno , el de Dostoievski se mira bueno solo desde la cubierta, pero seamos sinceros, eran muchas paginas así que tome el de Hemingway, el cual era un librito como 100 hojas y de verdad desde que leí la biografía me pareció interesante, y la historia se ponía buena, tanto así que sin darme cuenta ya llevaba mas de mitad del libro, para eso eran ya las 4am y tenia que ir a la escuela y suspende ahí. Al otro día me levante y desayune y quería seguir leyendo pero tenia que a la escuela, ya estaba en clases y me decía “por qué no trajiste libro güey, pa’ ver que onda con el ruco y los pinches tiburones se lo van a chingar… o que pedo” y ese día se me paso muy rápido y llegando a mi cuarto lo primero que hice fue terminar de leer y estaba emocionado, como ahora que recuerdo eso, que solo me falto gritar o aplaudir, pero si dije en voz alta “esos libros si me gustan chingao”,y quede viendo el otro libro, “ese lo comienzo en la noche”, como una especia de cábala o que se yo.
Para eso ya estaba cerca el invierno y hacia mucho frio para ser alguien de la costa acá supe lo que era usar una bufanda y gorro por frio y no por moda, y empecé a leerlo, era como si estuvieran hablando de mi en la trama lo cual me atrapo mas, de como viva  Raskolnikov y lo que hacia para el día a día, esas calles empedradas, con neblina, y las conversaciones con su madre, a pesar de la historia era muy avanzado para mi tenia muchas palabras que no sabia, pero cuando salía en las noches y había neblina me sentía en las calles de San Petersburgo…(pero con cholos), caminando con ese frio y fumando como si tramara algo como el personaje del libro (¿muy volado no?),  al  leer ese libro se me olvidaron esos sentimientos de tristeza y soledad lo cual me motivo a seguir leyendo, pero había algo que yo sentía una especia de “Déjà vu”, yo sé que alguna vez  leí algo y me paso lo mismo por rato se me olvido que esta solo en cuarto.
Y si efectivamente acá es donde entra la historia de el libro que le compre a mi hermano, era el de “crimen y castigo” y sin pensar que ese libro mucho pero mucho tiempo después me llegaría a marcar en una parte de la vida, y me puse a recapitular mi vida y claro ya había leído antes, bueno para ser exactos 2 libros “sin figuritas” de  Hermann Hesse, “El último verano de Klingsor” y “Demian”, y todo debido a la soledad, por que no tenia tv  y eran otros tiempos el cual no era tan fácil el internet en casa  y escuchaba música en “discman”, que hacia para no estar solo en ese cuarto enorme con una cama en rincón, una mesa una silla, y que si uno hablaba se escuchaba el eco,  me salía a sentar con mi libro Demian en el parque de la ciudad cerca de la kiosco, con la música de marimba de fondo, con un buen cigarrillo, claro a mi ya casi se hace un habito la lectura pero siempre me pasa eso, depende el libro que leo me transporto a la época, suena y es un cliché pero a mi me pasa y no lo creía pero es cierto.
Entonces eh llegado a la conclusión que la mejor receta para esos sentimientos de soledad y tristeza son los libros, por lo menos para mi y me a servido de mucho los libros se los dice un lector no ávido, pero no esta mal apagar la tv, y dedicarle cuando mucho media hora a un libro, yo no recomiendo pero pregunten eso les puede ayudar y cuando encentren un libro y les guste la trama se van a “joder”, por qué después de leer un libro ya no son los mismos  para bien o mal, así que lean.

PD:
Los dejó con una cita que me dijeron alguna vez:
 “LOS LIBROS SON COMO EL AMOR VERDADERO, SIN BUSCARLOS Y DE LA NADA ELLOS TE ENCUENTRAN
… y solamente hay que disfrutarlos de principio a fin.
(y si no era así ni modos, y si tu que me lo dijiste lo lees “seguro que si” escríbelo bien en un comentario)

José Luis Navarro Escobar
@navarro_pepe

martes, 2 de octubre de 2012


Desconectarnos del Sistema para Realmente Verlo…
|Por: Jorge E. Macías Sámano
M
orfeo le decía a Neo, en la película The Matrix, “Tienes que comprender que la mayor parte de los humanos son todavía parte del sistema. Tienes que comprender que la mayoría de la gente no esta preparada para ser desconectada. Y muchos de ellos son tan inertes, tan desesperadamente dependientes del sistema, que lucharían para protegerlo”.

Esta conversación la recordé por la reciente votación para la presidencia  de la república en México, por su clara conexión con todas aquellas personas que vendieron su voto o las que votaron conscientemente por mantener un sistema o incluso por las que no votaron. Las razones para algo así son múltiples y con una sinergia compleja. Y en realidad necesitamos desconectarnos del sistema para poder verlo de lejos, checar sus partes y sin perdernos en su extrema complejidad, ubicar algún elemento que con el fin de analizarlo, nos permita ver su papel en parte de la problemática del sistema. En este caso, yo escogí la educación.
Disto mucho de ser un especialista en educación, pero tengo experiencia como hijo, padre, alumno y como maestro. Y es que escribo de la educación en general, la que recibimos en casa y aquella que obtenemos en la escuela. Ambos tipos de educación forman parte del sistema que vivimos, sistema que en menor o mayor grado, todos formamos parte y hacemos que perdure. Sistema que hace que las personas vendan su voto, paguen por tener un trabajo, que los maestros busquen no dar clases y cobrar por calificaciones, que gente se coluda y “tape” sus errores o faltas para mantener intereses propios. Me vienen a la memoria dos frases que describen en una buena parte el estado del sistema, “la corrupción somos todos” y la mas nefasta que yo jamás haya oído “el que no transa no avanza”. En pocas palabras, todos en mayor o menor grado, frecuentemente optamos por la forma más rápida y más fácil de lograr algo, a sabiendas de que no es la correcta o bien aquella que permitiría resolver un problema o construir a la larga una mejor relación de pareja, de familia, de sociedad, de país, o del mundo mismo. Lo que aquí brevísimamente analizo es únicamente un ensayo, una perspectiva a un problema y no pretendo agotarlo.
La educación en la casa es seminal en la vida de un individuo y por ende en el desarrollo del mismo dentro de la sociedad. En primera por ser uno de los lugares donde lo que se enseñe puede ser reforzado con el ejemplo, cosa que es difícil en la escuela. Y este aspecto, el del ejemplo, es crucial en como el niño no solo aprenderá, si no algo quizás mas importante, verá resultados casi inmediatos de su aprendizaje en comportamientos como la disciplina, la constancia, el saber compartir y respetar, etc., es decir es el aprendizaje de lo que denominamos “valores”. No tomo un papel moralista, solo tomo los valores como universales y existentes en todas las personas sin importar creencias religiosas o tendencia política. El punto de enseñanza de valores requiere forzosamente que ellos, los niños “los practiquen o experimenten”, es decir, que los vean que existen y se siguen dentro de su propio ambiente, su ambiente primario, su hogar. Aquí es donde la “disfuncionalidad” de una familia o la permisibilidad de los padres, generan los primeros “vacíos” o “dobles estándares” de los principios. No quiero que se entienda que es el único lugar donde se aprenden o se generan y que los padres o la familia como unidad, sea la única responsable, pero seguro estoy que es donde todo comienza, en especial para una mente abierta, virgen, ávida de aprender y por ser el grupo familiar, el primer grupo al que un niño esta asociado.
De este tema se han escrito miles de libros e insisto no soy un experto, mas como hijo y como padre solo tengo que verme a mi y a mi familia para encontrar uno que otro ejemplo de los vacíos o flexibilidad de principios. Cuantas veces como padres sabemos que lo mejor para nuestros hijos es una determinada actitud o práctica hacia ellos, pero nosotros mismos no lo hacemos. Es decir, ellos, los niños, no ven el ejemplo y luego entonces no ven la necesidad o función de aprenderlo y si aprenden, pero a “darle la vuelta’ y van quedándose con la idea de que “eso” no es “tan” importante. Muchas otras veces no reforzamos una disciplina o actitud sobre de ellos por que requerimos ser constantes, tolerantes y dedicar tiempo para ello. Y claro tenemos muchas excusas para no hacerlo, incluidas la aparentemente buena de “…. porque lo quiero mucho y luego ya le tocara estar solo pero ahorita…”, etc., pero el hecho es que fallamos como figura de autoridad en hacer o comportarnos como se los pedimos y ellos se quedan con la idea que “no es tanto así como papá lo dice”. El niño se va dando cuenta de que el sistema es “de dobles estándares”, que es “permisible”, de que el sistema así es y así funciona.
La educación en la escuela es, o debiera de ser una continuidad de la recibida en casa; reforzando lo aprendido y abriendo nuevos espacios de pensamiento, análisis y aprendizaje. La escuela además provee con elementos inexistentes en casa, y no me refiero únicamente a la estructura netamente académica de un plan de estudios, si no a la presencia de otros elementos de autoridad (los maestros, ya no solo los padres) y de otros elementos con muy diversos antecedentes y patrones de conducta, como son los otros niños. En este ambiente, la educación se torna más compleja, pues aunado a cuestiones de “principios”, llegan los aspectos cívicos y los de interacciones de grupo, muy especialmente el niño se enfrenta a la presión de sus propios compañeros. Se enfrenta a un grupo nuevo de “iguales”, que a diferencia de la casa en donde hay una “cohesión y jerarquía” natural, aquí, en este nuevo ambiente, él tiene que buscar un lugar usando su propio carácter, apoyándose en lo aprendido o reforzado en su casa. Es un momento crucialmente importante en la vida de un individuo.
En la escuela, la interacción con otros niños y por añadidura con otros padres y maestros, le van dando al niño otra dimensión de comparativo que provee con un espacio único de aprendizaje y donde lo aprendido en casa se refuerza o simplemente desaparece. Como él todavía vive en casa, sus padres deben de estar muy consientes de estas nuevas interacciones y debieran ejercer un reforzamiento de los principios y de ejercer y enseñar un elemento básico para cualquier individuo y por ende para la sociedad, la comunicación. Este elemento comienza a desarrollarse en la casa y se busca perfeccionar en la escuela, siendo seminal en la convivencia a todos los niveles. Y no me refiero al simple hecho de aprender a hablar, me refiero al de comunicar una idea, un sentimiento o incluso el de demandar un derecho expresar una inconformidad y haciéndolo en términos del interlocutor.
A medida que el niño se convierte en joven y transita por el camino de la educación formal, llamémosle así a la académica. La educación de “la casa o de los padres” va siendo casi inexistente y la del ambiente que los rodea ahora es constante y además “brutalmente” real por los ejemplos que comienzan a experimentar dentro y fuera de la escuela. Los principios que sabe existen, son destruidos constantemente por una sociedad cínica que, en aras de “pasar exámenes” y de “ganarse la vida”, se vende al mejor postor o busca atajos ilegales para lograr sus propósitos. Donde el futbol y las telenovelas o la televisión en si bombardean constantemente al ciudadano, creando una sensación de “logros” vividos a través de otros, los personajes, y no de él mismo; donde el individuo gradualmente se va convirtiendo en parte del sistema y de repente es solo un ladrillo más en la pared. El dinero es icónico en nuestra sociedad y el joven lo va aprendiendo muy bien. El joven lucha constantemente consigo mismo, pues su idiosincrasia (las creencias, reglas y tabúes dentro del mundo que se crio) dice “has esto”, sus principios y su ser le dicen “has lo otro” y la sociedad le dice “has lo de mas allá”. Él tiene que tomar una decisión. Como si fuera poco él se esfuerza (no se digan muchas veces los padres) por terminar un carrera (la que sea) y así tener un trabajo. Él quiere un “pedazo de pastel y además quiere comérselo”, tiene derechos como todos los demás. Sin embargo ve alrededor suyo y hay miles de personas que no estudian y tiene trabajo, algunos hasta un buen trabajo o lo que es peor, sabe de profesionistas titulados o con posgrados y que no tienen trabajo. Entonces que pasa? Que hace ese joven fuerte, con ideales y con su cabeza hecha un torbellino de necesidades de todo tipo?
El sistema del que formamos parte, de ese que habla Morfeo y Neo, tiene todo resuelto. Todo es posible bajo dos parámetros, bajo dos máximas --  todo es posible si tienes dinero y/o si te “prostituyes” para tenerlo -- así de simple y si lo vemos aquí “cabe” casi todos los problemas de nuestra sociedad. Claro, por supuesto que existe (y quiero pensar fuertemente que siempre existirá) la alternativa legal, positiva y sustentable (léase a largo plazo) de hacerlo fuera de esos dos parámetros. Mas para ello es primordial que nos desconectemos del sistema! Recobrar los principios, trabajar no duro, si no constate, inteligentemente y con objetivos claros a largo plazo. Además, respondiendo a nuestra responsabilidad como entes de una comunidad, comprometiéndonos a recobrar o rescatar, mediante el ejemplo, la constancia y la tolerancia, a otros “conectados” al sistema. Convertirnos en un Morfeo, creer y nutrir ideales en contra de la “realidad” del sistema mismo. Si, sin lugar a duda es un ruta alternativa difícil, contra la corriente, quizás a tiempos solitaria, pero definitivamente y sin duda, la única manera de ser mas justos y tener un mundo sustentable. Y dicho sea de paso, con ello se logra un sentimiento de realización pleno y donde el dinero sea solo un medio no el objetivo de vivir. Parafraseando a Jiddu Krishnamurty “no es saludable estar adaptado a una sociedad profundamente enferma”.
La vida no es blanca o negra, es una gradación de grises que son un continuo prácticamente infinito. No existe la perfección, como no existe la totalidad, todo es relativo a algo. De igual manera no hay solo Morfeos, o Neos o “Mr Smith” (el carácter malo de Matrix). Habemos de todo y llevamos un caleidoscopio de matices en nuestro proceder. Por ello no es difícil ver que tan complejo se torna el aspecto de aprendizaje si un niño no tiene familia y/o tiene que desarrollarse el solo o si se educa académicamente o no. Tampoco es difícil imaginar y atestiguar a lo largo de la vida de uno, que existen una gran diversidad de situaciones en donde se desarrolla un pequeño y el individuo adulto que resulta. Una, solo una de las resultantes, es la existencia de miles de personas que en general ven únicamente a corto plazo y desarrollan estrategias de sobrevivencia en donde “toman lo que puedan mientras este disponible y después ya verán”  o aquellas que construyen sus mundos alejados de todo y todos y solo salen por “recursos” y vuelven al suyo; estos dos tipos de gente son los que podríamos llamar “conectados” al sistema. Y son muchos, muchos y debemos ser críticos y saber que tanto, nosotros mismos, estamos en el.
Como bien dicen, todo comienza con uno. Si queremos un cambio, comencemos con uno pues en mayor o menor grado somos parte del sistema. Hagámoslo por convicción no por imitación y además hagámoslo como una forma de vida y no una moda, pues la moda pasa. Esta bien “airearlo” en el Facebook, pero aun mejor es la casa, en el aula, el trabajo y si también en el partido de futbol. Que la gente que nos rodea lo sepa y lo viva con nosotros. Muy especialmente los niños y los jóvenes. No necesitamos ser sabios, estudiados o una autoridad para hacer mella en el sistema y ver la “realidad real”, simplemente debemos de mantener principios básicos y entender que si no ponemos nuestro “granito de sal” la “realidad” del sistema se volverá “viral” y cada vez será mas difícil “desconectarnos” o “desconectar” a alguien. El objetivo es ser realmente un individuo humano y no solo ser parte de un gran aparato cuyo “input” son cuerpos humanos amorfos, sin identidad, parte de un aparato cuyos productos son principalmente dinero y basura, basura de todo tipo, incluida la humana cuando esta ya no es útil. Pero como todo y tal como dice Morfeo “yo te puedo enseñar la puerta de salida, pero eres tu el que la debe de cruzar”.

Jorge Enrique Macías Sámano.