miércoles, 12 de junio de 2013

Nostalgia, lo que realmente nos dice quiénes somos*
No es Karma, solo causa y efecto | Jorge E. Macías-Sámano



Muchas veces algunos temas capturan nuestra atención, sobre todo porque los vemos u oímos en contextos diferentes a los acostumbrados.

¿Quién no ha oído de lo que es la nostalgia? Un sentimiento de melancolía, de recuerdo y sentimiento del pasado. Generalmente lo tomamos y entendemos en términos de los sentimientos, principalmente felices, de lo que ha pasado al estar o recordar un lugar, una música y hasta unos olores.  
El termino nostalgia (cuyas raíces literalmente indican “retornar a casa” y “dolor”) se acuñó como un término médico, de la condición de salud que desarrollaban algunos soldados y que solo desaparecía cuando ellos regresaban a casa. Pero dejemos por el momento estas “definiciones”.

¿Quiénes somos? Es una pregunta sencilla y con un sinnúmero de respuestas. Si lo definimos físicamente,  podríamos decir que somos una determinada cantidad de átomos, y estos están en constante cambio. De hecho se dice que los que constituyen nuestro cuerpo, son reciclados en su totalidad cada cinco años. Así que no somos “los mismos” siempre, estamos en constante cambio.
Ahora bien, si lo vemos desde otro ángulo, nuestra vida es una serie de cambios en cuanto a nuestro comportamiento, experiencias, hábitos y gustos. Cambiamos de ambiente, de hogar, cambiamos de amigos, cambiamos de comida, aprendemos cosas, olvidamos cosas, etc.,  etc. Cambios constantes. Entonces ¿Qué es realmente consistente en nuestra vida? Realmente… ¿quién soy yo?

Una forma de contestar estas preguntas es por medio de la nostalgia. A esta la podemos ver como la conexión de la serie de memorias generadas y almacenadas en el cerebro y que forman nuestra muy particular identidad. Las podríamos llamar “memorias autobiográficas”. Nos permite mantener conexión con eventos a lo largo de nuestras vidas, eventos particularmente importantes para nosotros como individuos y hasta como un grupo cultural determinado. La nostalgia somos nosotros mismos, como nos definimos, que hemos sido y que somos, como conectamos el pasado con nuestro presente, haciendo un continuo de nuestra propia vida.

Se cree, teoréticamente, que la nostalgia es adaptativamente ventajosa, pues nos ayuda a enfrentar tiempos difíciles donde nos cuestionamos quienes somos. Como cuando estamos en momentos cruciales de cambio en nuestras vidas, como sería el entra a la vida adulta o los procesos de envejecimiento. En estos periodos de nuestra vida la nostalgia es más fuerte.

Es claro que los que pasamos por ella, por la nostalgia, recordamos eventos muy definidos y casi todos positivos. Muchos de los cuales a veces “descubrimos” o nos “acordamos” por medio de cosas o eventos clave que ocurren. Una pieza musical nos recuerda momentos específicos en la vida; un sitio determinado nos recuerda a una persona con la que estuvimos; incluso un olor nos lleva al momento que vivimos una determinada situación.  Los expertos han definido una curva que describe el número de nuestras memorias autobiográficas a lo largo de los años y define zonas discretas en la codificación de nuestras memorias. Una de estas zonas se denomina “periodo de amnesia infantil” que va desde nuestro nacimiento hasta la edad de más o menos 10 años; una segunda, es un pico en la gráfica continua de codificación de memorias y agrupa los recuerdos de experiencias que ocurre entre los 15 y 30 años, es decir, al tiempo que tenemos las experiencias formativas más importantes y que nos “construyen” como individuos. En esta zona de la gráfica se encuentra la mayor cantidad de memorias codificadas y son precisamente los recuerdos de esta etapa de nuestra vida de los que sentimos más nostalgia.

En general recordamos más las memorias buenas que las malas, pues tendemos a formar una continuidad positiva y quizás por eso tendemos a sentir que “lo pasado fue mejor”, implicando que el pasado fue mejor de lo que en realidad fue.

Los neurólogos han  encontrado que los bebes de seis a 12 meses claramente responden a una enorme variedad de notas musicales incluso aquellas fuera de su ambiente común, respondiendo a cambios en las mismas. Mas a partir del año de edad, los bebes únicamente responden a los sonidos de su propio ambiente, los de su propia cultura. Esto contribuye, entre otras cosas, al patrón general de los individuos de tratar de “encajar” en un grupo determinado. La música resulta ser un elemento nostálgico muy importante para todo individuo y para la colectividad.

Estas conexiones y memorias – nostalgia – son sumamente importantes para mantener nuestra identidad no solo como individuos, si no como colectivo. Solo pongamos en perspectiva los innumerables estímulos y cambios, de distinta naturaleza, que pasamos durante nuestras vidas y sin embargo nos mantenemos como individuos y además pertenecientes a un colectivo. Todos sabemos que existe una enorme variabilidad de cuan “individuales” somos dentro de nuestra “colectividad” y precisamente esta “lucha” forma nuestro propio carácter.

Espero ahora vean a la nostalgia más allá de la parte sentimental. Que la aprecien y le den un valor adicional para entender-afianzar-nutrir su propia identidad. En mi siguiente ensayo ahondare en relación que tiene la música, la nostalgia y su efecto en la formación de la colectividad en los individuos.

Jorge E. Macías-Sámano
Vancouver, BC, Canadá
Junio 2013


* Basado en el tema Why do we feel nostalgia? Presentado en el blog Vsauce, Our World is Amazing (youtube.com/user/Vsauce).