miércoles, 25 de julio de 2012


Neuronas Camaleón

No es karma, solo causa y efectoJuan Carlos Navarro



<<La Causa>>

-          ¿Cómo habrá comenzado esto?...

-          Creo solo somos un cumulo de neuronas camaleónicas…

Los saltos acostumbrados de mi memoria de por sí imaginativa y retorcida me hacen dar un brinco temporal hacia el inicio de esto… bueno, no tanto así…

De 30,000 a 40,000 años en la antigüedad  – El fulgor que se deja ver y sentir en forma de calor que irradia desde la oscura boca de aquella caverna, las llamas del fuego avivadas, de reciente creación por ¡ughh! <<Nombre de nuestro  hombre de cromañón>>; sorprendidos ante tales cosas ¡ughh! y un puñado más de su gregarios se sientan frente al fuego para ver como sus siluetas son plasmadas en aquellos muros de aquella ancestral caverna… ¡de repente!  Se dejan escuchar algunos balbuceos y gruñidos que con seguridad son con el único fin de comunicarse… Siluetas que se mueven, gruñidos, hombres en la génesis del habla… las conversaciones han iniciado y con ellas, las mentiras, la imaginación y la fantasía…

La fantasía, la imaginación, son primordiales en nuestra formación y distintivo de nuestra condición humana, no podemos ser humanos sin dejar a un lado esto… Tengo una Hipótesis, que, con seguridad es a consecuencia de la imitación y replica de algo que he leído por ahí… Jorge Volpi… estoy seguro
Nosotros como raza humana, tendemos a ser imitadores genéticos, ya sea por adaptación a nuestro entorno o por simple búsqueda por pertenecer a un determinado grupo al cual nos sentimos atraídos, nos encanta eso de: Cortarnos el cabello como aquel fulano, hablar como cierto actor, inclusive y lamentablemente quizá; ser la chica de la novela de las 7 que se casa con el tipo rico, en esas por demás gastadas telenovelas de formula “cenicientaria”… y ¿Qué hay de eso de que somos seres únicos e irrepetibles?...

¡Para nada!, somos un poco de muchas cosas, símbolos moldeados por nuestro entorno, imitadores por naturaleza... no hablaré tanto de los tiempos de ¡ughh! nuestro amigo de cromañón y no por que no desee hacerlo, simplemente es que, las acostumbradas 1,500 palabras con las que siempre escribo para este blog serían insuficientes, más bien, solo me remontaré a nuestro periodo… un poco a mi niñez y quizá, si el miedo me da tregua a mi presente…

Mímesis y Neuronas Espejo.

Quizá tenía 7 u 8 años, nunca me lo perdía por la TV, aún ahora quedan vestigios de aquel deseo fantasioso, en aquellos tiempos  <<y repito, aún, a veces ahora>> quería ser Batman, aquel Batman que interpretaba Adam West, con aquellos trajes purpuras y que de repente bailaba el “bati-Twist”; quería ser el millonario, científico y excéntrico Bruno Díaz (es un nombre que aún hoy me da risa, por la adaptación mexicana del Bruce Wayne).

El niño siempre tiene ese campo fértil en el cerebro, en el cual todo es posible; volar, construir bombas hilarantes, viajar a toda velocidad en la “bati-moto”, etc… Todo eso es clara consecuencia de nuestra condición genética y por demás humana de querer imitar…

¿Es una perdida de tiempo ver ese tipo de cosas por la TV?, ¿Es igual de pernicioso, perder el tiempo y dinero gastando en video juegos y películas?... ¿De verdad me trae algún beneficio leer?, ¿Fantasear e Imaginar es cosa solo de niños?...

Neuronas y células espejo: hace algunos días hablaba con: Tranquilino, Alejandra, Judy, Mary y Sofía; Mary contaba una anécdota sobre un hombre de política, guapo, alto, y demás… una descripción sumamente detallada del “espécimen” sobre el cual giraba el relato… de repente Mary se pauso y Alejandra le dice: “¡síguele pues tía!”, mientras ponía los ojos sobre el techo del comedor, claramente haciéndose una imagen mental de aquel tipo…

Las neuronas funcionan así; cuando uno relata un suceso que por demás de ser verídico, inevitablemente se torna en fantasioso, la mente casi en automático nos lleva, a donde el relato nos quiere conducir, (caminaba yo por aquel parque oscuro, ¡si hubieses visto la patada que le metió a la pelota!, etc…), las neuronas de nuestro cerebro inmediatamente nos dan un panorama imaginativo de dichos sucesos, incluso; las neuronas lo asimilan, perciben y acto automático nuestras células reciben la información y casi, casi nos ponemos en la postura del que patea el balón; y no se diga el relator de la anécdota, se ayuda de gesticulaciones y ademanes para hacer mejor y más ameno el relato… es así como funcionan nuestras neuronas… las neuronas espejo.

Estas neuronas son la causa de ocurra toda esa marejada en nuestro cerebro, son culpables de que cuando vemos el beisbol podamos cachar la bola imaginariamente y a la par del jardinero izquierdo, son las que nos dan una sensación de dolor cuando alguien nos platica que se corto o cuando vemos una fractura por la televisión a causa del deporte, diciendo con trémula voz y piel de gallina ¡NO MANCHES!…

¿Qué pasa si veo demasiadas Telenovelas? ¿Llegare a casarme con Thalía algún día?, ¿Y si en lugar de ello vemos mejor un poco de Buen Cine?... o mejor aún ¿Y si leemos más y buenos libros?, ¿Qué pasa si escuchamos más música clásica o Jazz en lugar de Reggaetón?... probablemente, y de hacer todo ello me llamarían aburrido, mentiroso o loco…

Leer es un acto que cerebralmente desgasta y requiere mucha de nuestra energía, por eso es tan aburrido hacerlo, es muy diferente a ver la televisión… ¿Por qué?... Mientras que en la Televisión vemos ficciones o historias con personajes con rostros, cuerpo y escenarios establecidos;  cuando leemos a Tolstoi con su Ana Karenina, nos tenemos que imaginar a la Rusia del siglo XVII, los trenes, la belleza de Ana, los engaños maritales, etc… por eso dicen que leer es muy similar a la vida… un proceso en el cual creamos personajes, ambientes y situaciones…

Recuerdo otra vez que hablaba con Don Cruz, me decía: “De verdad que antes (1970 y tantos) éramos verdaderos apasionados al beisbol, caminábamos hacia el crucero del rancho solo para ir a escuchar el juego, ¡era emocionante!; Escuchar los relatos del Mago Septien y las hazañas del serpentinero de los Dogder´s el gran Sandy Coufax, entre el “griterío y la emoción de la narración” imaginábamos e incluso nos sentíamos como si estuviésemos ahí mismo, en Dodger Stadium”… lo mismo recuerdo yo cuando, sentados en el piso con mi hermano y mi padre, nos poníamos a escuchar el futbol, te sentías jugando a lado de Jorge Comas o Christian Adomaitis… ¿Ahora entiendo el verdadero poder de la Mente?...

Y no hablo de ese poder del que hablan gente como Wayne Dyer y los autores de los libros de autoayuda, hablo del “VERDAERO PODER DE LA MENTE”, ese que nos permite con solo imaginarlo ponernos en el cuerpo de cualquier persona, cantante, deportista, escritor o personaje de cualquier libro… Nuestras Neuronas Espejo siempre camaleónicas imitando a nuestros símbolos que representan algo, algo solo para nosotros…

¿Y por qué no?... Puedo ser Jaco Pastorius, o John Coltrane cuando escucho Jazz… ¿Y si de verdad me pusiera a estudiar sus métodos musicales?... puedo ser Dostoievski o Mario Benedetti si leo sus libros… ¿Y si me propongo la meta de leer más y escribir?... Puedo ser Isaac Newton o Riemman si me interesa las matemáticas ¿Y si las estudio?...
Somos IMITADORES por naturaleza, lógica y claramente existen condiciones de elección y en las cuales no pretendo entrar en discusión y mucho menos en detalle, extremos de malicia subjetiva, por qué mientras a nosotros nos parezca mal a otros les parecerá bien, mientras más contenido vacío absorban nuestras células espejo, así igual de vacíos nos volveremos… ¿Quién soy yo para decir que esto es la verdad absoluta?... absolutamente nadie…

Como en un principio dije: Esta es solo una Hipótesis y como tal, esta expuesta al escrutinio y contra argumentación de ustedes… aun así, en lo más loco y fantástico de mi cerebro, estoy convencido de que no somos más que,  solo un cumulo de neuronas, somos un hibrido que se alimenta de lo que nos condiciona el ambiente, de lo que leemos, de lo que vemos y de lo que escuchamos… Si es de preferencia propia ver Telenovelas esta bien, si es de tu gusto leer libros, perfecto… solo recuerda… somos un cuerpo emulando las fantasías de nuestras neuronas…

Espero… algún día ser Batman.

<<El efecto>>

Decía mi abuela y ahora recuerdo: “Hijo, el que con lobos anda, a aullar se enseña”… Espero que nuestros lobos, esos lobos con los que andamos y compartimos nuestro día con día, sean: más placenteros, con mejor contenido, con mucho que dar, espero que esos lobos sean esos que no solo sirven para pasar un rato, espero sean esos lobos que dos dan un mejor panorama y comprensión de altos vuelos a la vida…

Esos lobos… la imaginación y buenos libros


@giancarlonavesc


miércoles, 18 de julio de 2012


Lo verde, lo rítmico, lo parsimonioso, lo tropical.

No es Karma, Solo Causa y Efecto... | Jorge Macías 



LA CAUSA……

Al bajar del avión, el trópico me abrazo y su olor penetro dentro de todo mi cuerpo, dejándome una sensación de hormigueo. Como que me esperaba, como que lo conocía,… no se… Como que mi vida siempre supo que llegaría ese momento.

El trópico tiene una temperatura más o menos constante y en el solo existe el ritmo de una época de secas en medio de dos de lluvia. Es el ecosistema que mas ha perdurado en el planeta. Las glaciaciones nunca llegaron al trópico pero éste si llego casi a los polos. El trópico ha sido muy estable para el desarrollo de la vida en general.

Lo que veía en ese paisaje: tan verde, tan denso y sintiendo ese calor y humedad que solo hay en la tierra caliente; era como la materialización de un factor atávico para mi persona. Enormes arboles, bejucos colgando por doquier y bichos volando, caminando, brincando y chirriando permanentemente. Es el reino de las hormigas, ¡ellas lo mueven todo! En medio de todo ese verde, calor, gente morena con grandes sonrisas, muchachas escandalosa y con un hablar particular…

Hasta que no llegué ahí, supe lo que era llover. Llueve a “cubetadas”, grandes cortinas de agua que caen por horas. Llueve bonito, fuerte, haciendo siempre ríos y zanjas, ¡galán! como dicen por allá. La gente no sale, quizás por temor a quedar varada por alguna creciente de rio. Cuando termina el torrente, como que la vida se calma y entonces llega la noche; ya refresca, huele a manaca. Pero sobretodo, las primeras lluvias dejan el olor de tierra mojada, hambrienta de humedad, olor que se infiltra por los poros de todos y de todo.
El trópico es el reino del sol, de su luz, de su calor. Es la parte de la tierra más cercana a él en todo momento. La luz y la obscuridad están casi distribuidas igualmente durante todo el año. El calor es constante y hace sudar copiosamente. La gente se esconde y no se quiere asolear. Las casas están abiertas de par en par, solo con cortinas, incluso en la puerta. Los abanicos (ventiladores) a todo lo que dan y la hamaca “mece que se mece” con ritmo y suavidad. 

En tiempo de tormentas tropicales, con un cielo gris, fuertes vientos y violentos aguaceros, la temperatura desciende alrededor de los 20 grados y la gente literalmente “pasa fríos” y se “enchamarra”, ¡¡¡lo que es cómico para un forastero como yo!!! 

Soy biólogo y estoy loco por los árboles y los insectos que viven en ellos, sobre todo los que viven de la madera. Y madera hay en el trópico, por donde uno vea, “bonito el monte” dicen los lugareños. Y si bien esa asociación insecto-árbol es prácticamente mi vida y por lo cual mi padre me decía: “sinvergüenza, solo estas con tus bichos y ¡cómo te quitan el tiempo!” no son ellos los que realmente me hicieron entender el trópico… Fue su gente.

Yo quería conocer y entender el ritmo de vida de la gente que ahí vive. El calor y la humedad dictan ritmos y costumbres. Se comienza a trabajar muy temprano para evitar el calor de medio día. Es casi imposible no tomar una siesta después de ingerir la comida, el organismo lo pide. Todo cambia una vez que uno la toma, se “refresca” (si eso es posible a 35 grados) y sigue la vida. En la tardecita, llueve y toda actividad se detiene, solo se oye el agua caer con fuerza, empapándolo todo. Las calles quedan desiertas y hasta que terminar de llover, la gente sale “al pan”, “a echar novio” o a platicar con los vecinos afuera de la casa en una silla viendo pasar a la demás gente. El día ha llegado a su fin.
La comida, mi pasión en el gozo de la vida misma - solo hay que ver mi crasa figura - es fabulosa en el trópico, sobretodo en cuestión de aquellas de origen vegetal. Las frutas son multicolores y siempre están frescas, al igual que las verduras, muchas desconocidas para mí como el chipilín o la yerba mora. Enorme variedad de bananos (plátano es solo un tipo) y de mangos, ¡mmm mi delicia! Literalmente uno puede comer con solo ir de un árbol frutal a otro y siempre hay alguno con una u otra fruta. Difícil es “morirse” de hambre aquí.  Y… ¿agua?... ¡Por todas partes compa! 

EL EFECTO….

-Abundante, ese es un buen descriptor del trópico. El calor, el agua, la vegetación, la luz, la música, la cerveza (claro, para la sed), el zumbido de los mosquitos y chicharras. Esta abundancia templa la vida de sus habitantes y los moldea a un ritmo constante. 

En este ambiente de plenitud y con temperaturas altas, el cuerpo humano no peligra como ocurre en las tierras templadas donde hay temperaturas congelantes y en donde es indispensable conservar alimentos previendo que nada crecerá en el invierno. En el trópico los días pasan lentos y quizás hasta monótonos, tan solo rotos por el extremo calor del periodo seco. Aquí no falta nada, hay comida, agua, buena sombra y una naturaleza que sí se deja, reclama lo que le hemos quitado y lo hace con una facilidad y rapidez que sorprende. ¿Acaso por todo esto la gente es tan parsimoniosa en estos lares? ¿Acaso por eso son tan alegres? Como dicen allá de una manera muy sabrosa ¡¡¡“saaberr!!!” (así, arrastradito, indicando que no saben). Pero creo en parte si, definitivamente si por eso son así. 
Desde un punto social, la vida se complica. Esa vida parsimoniosa del trópico va siendo cambiada por una prisa, por necesidades apremiantes de un desarrollo muy lejano a nuestra naturaleza básica. ¿Avance tecnológico? ¿Bueno o malo?... seguro nos aleja del uso más sencillo de esta naturaleza impresionante y constante. 

Aquí una hectárea de selva tiene mas especies de árboles que toda una provincia de Canada o Estados Unidos. El follaje de un árbol tropical tiene muchas mas especies de insectos que cualquier árbol o cultivo en otros ecosistemas. La diversidad de vida del trópico es la razón misma de su equilibrio y ¿saben?... Por más increíble que parezca, la desconocemos casi en su totalidad en nuestro país. En este aspecto, la parsimonia tropical de nuestra sociedad no ayuda, todo lo contrario. Nuestro avance como especie depredadora de su entorno nos esta ganando y las especies de organismos desaparecen de la noche a la mañana y no tenemos idea de lo que ocurrirá con todo el ecosistema.

La parsimonia tropical del hombre, creo yo, debe de cambiar en una febril búsqueda y esfuerzo por conocer y evaluar nuestros recursos para mantener un ecosistema funcional y con ello mantener esa lluvia, esa abundancia, esa forma de vida tan peculiar. 

Un campesino se burlaba de mi… y con razón: -“inge” ¿cómo que no conoce el chiche? ¡No la chingue! y… ¿¡usted es el que sabe!?... Y yo le dije: no lo conozco, para eso estoy aquí, para aprender, ¡ayúdeme por favor!... En otra ocasión yo preguntaba a un finquero que por que quería sembrar cedro rosado y él me decía: pues… ¡porque es “cedro¡ se vende bien y crece mucho mas rápido que nuestros cedros” y yo le decía: pero no es realmente un cedro, es mas bien como un palo de zope… El campesino obviamente no me creía y procedimos a machetear y ver el hilo de las tres especies y ya entonces me dice: “¡cierto!, esos putos del banco me quieren chingar con un crédito y quieren que plante, pero si es pura madera bofa, ¡qué cedros, ni que cedros¡ ¡qué poca madre!, ¡por favor enséñeme “inge” y vamos al ejido!”… La vida es cooperación de todos, todos sabemos algo y en el trópico esta asociación es esencial para su desarrollo.


Uno de los mejores dichos de la región es: “esta bien ser coche pero no tan trompudo”… lo que traduzco para esta nota en: esta bien que al vivir “usemos y desarrollemos” el trópico, pero es imperante que lo conozcamos y trabajemos no parsimoniosamente, es decir ¡ya, pronto! ¡Con pasión¡ con la intensidad, el dinamismo y el ritmo intrínseco con que el trópico mismo vive.

miércoles, 11 de julio de 2012


Regresando a Ciudad Cero

No es karma, solo causa y efectoJuan Carlos Navarro


<<La Causa>>

      Ojos grisáceos, la tez blanquizca manchada por los vestigios de las largas puestas ante los cielos bañados del sol mediterráneo… Siempre referente de la condición de batalla por la justicia social y el antiimperialismo, siempre en esos cuentos el combatía por las utópicas igualdades de esta sociedad a veces carente de sentido y amor propio por la misma condición, la humana… solía recorrer las cubiertas de esas embarcaciones siempre pregonando el mismo fragmento de ese poderoso y sentido poema: “Este medio difuso, esta ira repentina, estas imprevisibles y verdaderas ganas de llorar”…

Era Yáñez de Gomara…

     La imaginación suele dar esos saltos anacrónicos y casi sin sentido: De Yáñez de Gomara a Dylan… y de repente esa sensación en el pecho que solamente en una ocasión había o sentido, un cambio se dejaba sentir en las fosas nasales, esas llenas de esos bellos incómodos que de repente se suelen quitar con dolores indescriptibles; eran los aromas de esperanza, de cambio de una revolución, una revolución contextualizada desde todos los puntos de vista que se quieran tener… entonces me tope con él, con ese mismo poema de proeza y sentimiento lacrimal…

     “Una Revolución, Luego una Guerra. En aquellos dos años –que eran la quinta parte de toda una vida- , ya había experimentado sensaciones distintas, imagine más tarde lo que es la lucha en calidad de hombre. Pero como tal niño, la guerra para mí era tan solo: suspensión de las clases escolares, Isabelita en bragas en el sótano, cementerios de coches, pisos abandonados, hambre indefinible, sangre descubierta en la tierra o en las losas de las calles […]”

     No puedo estar en espera, estas manos no son aptas para el combate bélico, mucho menos para tomar un arma y lastimar a un igual, pero… no por eso escudaré esta espera en forma de apatía, los temores de arranque por un camino que aun no es transitado son comunes, normales y hasta comprensibles, pero la indiferencia jamás; el ver hundido al compañero en el fango mal oliente de la sumisión y el control autoritario, por los medios de la ignorancia, no deben presentar un estado de ventaja sobre ellos, ni mucho menos un arma represiva.

      Es rebeldía disfrazada de coraje, es sublevación vestida de gesta heroica, es el combate: no contra el hermano, ni el compañero; es el combate contra el sistema, contra la desigualdad, contra la ignorancia, contra la misma indiferencia, que recalcitra los ánimos y… que por lo menos a mi no me tiene tranquilo… aunque… Aún soy un niño queriendo jugar al mártir…

      “Un terror que duraba, lo que el frágil rumor de los cristales después de la explosión, y el casi  incomprensible dolor de los adultos, sus lagrimas, su miedo, su ira sofocada que por algún resquicio entraban en mi alma para desvanecerse luego […]”

      Pretendí ser creyente alguna vez de que este cambio estaba muy, pero muy a la vuelta de la esquina; que en cualquiera de estos callejones por los que me he vuelto consecuente transeúnte de esas medias noches, últimamente envueltas de lluvias y gratas compañías, me toparía con él, este cambio que pensé que la gente necesitaba y por la cual estarían dispuestas a luchar mucho más que con garras y dientes… he estado equivocado… como casi siempre, este cambio requiere una tenaz y verdadera fuerza de voluntad, sacrificios, incluso al amor propio

       Esta esquina esta cada vez más lejana de lo que yo esperaba, seguimos en la somnolencia, seguimos siendo aquellos niños, los cuales creían  que la escuela era mala, los niños que creemos las mentiras del adulto, los niños que dejamos de llorar cuando se nos dan los estipendiados azucares de las golosinas y… la madurez cuesta y tarda en adquirirse, solo son las vivencias y los golpes de la vida los que nos llevan a esa posición de conciencia condicionada por el dolor, solo así y a veces solo de esa forma adoptamos el espíritu de conciencia y altruismo humano… Aun así seguimos en la pelea.

      “Pronto, Ante uno de los muchos prodigios cotidianos: el hallazgo de una bala caliente, el incendio de un edificio próximo, los restos de un saqueo –papeles y retratos en medio de la calle- … Todo pasó, todo es borroso ahora, todo menos eso que percibía en aquel tiempo y que, años más tarde, resurgió en mi interior, ya para siempre: […]”

     Entonces… este olor, de dulce gusto estaba acá en las narices y ahondándose por los conductos respiratorios; un poco de él yéndose hacia el cerebro y mucho más de este precipitándose estrepitosamente por la caja torácica e inflando el corazón desmedidamente de rabia combativa, de deseo vehemente, de imaginación, de inspiración, de puños levantados al viento, de ganas de equidad, del loco deseo de la revolución de la conciencia.

      Nunca es tarde para retomar el curso, las cosas tienen que ser cíclicas, suelo tener esos sueños en donde, nos despojamos de un sin número de tapujos sociales y vivimos con la conciencia del bienestar comunitario, tengo ese sueño de ver a mis hermanos, a los compañeros, a los seres amados, vivir en un mundo un tanto menos lleno de esas falsedades que enrarecen el aire y vivir con la mente abierta, de pensar libremente, de vivir con la certeza de que este será un lugar mejor para las generaciones próximas … vivo de un sueño…  Y de pronto desperté…

      El gordo libro sobre el pecho, el reproductor de música ya apagado, el cuello  maltrecho y el brazo izquierdo dormido por haberse quedado debajo de la cabeza… con el último suspiro posterior al letargo onírico termino de leer, el poema de Ángel González…

<<El efecto>>

“Este medio difuso, esta ira repentina, estas imprevisibles y verdaderas ganas de llorar”

Párrafos en negritas del poema de Ángel González - Ciudad Cero

@giancarlonavesc

miércoles, 4 de julio de 2012


El Techado de Letras

No es karma, solo causa y efectoJuan Carlos Navarro


Nota Introductoria:

     Es más que rebeldía, y coraje que inunda las venas, es: tristeza, es preocupación, es vergüenza… Desde acá seguiremos, los pocos que leemos y escribimos  en este espacio y que esperemos se multiplique por más compañeros, a los que invitamos a unirse a él, combatiendo desde nuestra trinchera que a pesar de no ser de naturaleza violenta, lo es de naturaleza reactiva, de escribanos que a pesar de no tener el oficio suficiente, son conscientes de la situación actual… Haremos lo que tengamos y nos corresponda hacer… y mucho más...

     Repudio y desacuerdo total contra el sistema imperialista reinante en nuestro país… este coraje no nos permitirá desempuñar las manos, mientras tengamos vida y las intensas ganas de ver a este país despojarse de la ignorancia y de un sistema por demás podrido… ¡estaremos luchando desde la trinchera que nos corresponda!

     “La función de la Utopía no es alcanzarla, la verdadera función de la Utopía es estar ahí, para hacernos levantar día con día para buscarla”… Eduardo Galeano

Un abrazo Combativo…
Juan Carlos Navarro

<<La Causa>>

     Lo conocí en la escuela de ingeniería de ese pueblo, oculto por las montañas flanqueantes  de aquel municipio del estado de Chiapas, que puede ser uno de cualquiera de muchos en donde existe gente con conciencia social.

      Era un tipo pensante, pero sumamente distraído y de mal vestir, no era de inteligencia prodigiosa, pero sí de las personas que comparten el conocimiento adquirido, para que este siga fluyendo y tenga el verdadero impacto para lo que el conocimiento verdaderamente existe, “LIBERAR AL CEREBRO”: Ramón Pérez era introvertido, pero si muy leal con sus ideales… prefería no presentar los exámenes a  copiar, prestaba los apuntes con los amigos y con alguno que otro oportunista que se los pedía, seguramente con uno de tantos oportunistas que ahora apoyan este podrido sistema de conveniencias personales…

     Debo decirlo, no era todo bueno en el, cargaba siempre el lastre de los desperfectos y las idiosincrasias que definen la personalidad, demasiado comprensivo con gente que le dio puñaladas por la espalda, tenía el vicio del alcohol y el tabaco, casi nunca decía que “no” para tenderle la mano al compañero que se lo pedía… y eso es malo porque descuidaba muchas cosas que le ayudaban a formar su personalidad a demás de que una que otra vez se llevo sorpresas por malas jugadas que le hacían algunos de sus auxiliados compañeros

     Recuerdo que en  la facultad lo invitaron a participar en la sociedad de alumnos, en una “cosa” pseudo-politica, era un tipo analítico, sin mala intención, pero al ver como operaban los pequeños chacales, que ya, desde ese momento afilan los colmillos carroñeros, como entrenándose para engullir las presas de las sociedades incultas en un futuro, hacían alarde de un nefasto y sin argumento liderazgo estudiantil desistió de unirse a tan procaz labor… ahora lo recuerdo, más de uno de esos chacales llegaron a puestos gubernamentales, varios más a ganar o a competir por puestos municipales, y otros más siguen ahí esperando con oportunismo malsano el descuido de la presa para encajarle de manera ventajosa los colmillos cuando estos les dan la espalda buscando el prominente futuro… Ramón siempre fue definido con sus posturas.

     Reboto, por una multiplicidad de ambientes sociales, siempre en busca de “algo a que hacinarse” algo que lo definiera como persona y como individuo… Hasta que un día dentro de toda esa vorágine de multiplicad cultural; de las cuales saco mucho provecho conociendo los extremos del espectro social, <<lo bueno y lo malo>>, conoció a un tipo un tanto diferente que le propuso la posibilidad de trabajar juntos en un proyecto;  este personaje nuevo que se le apareció le propuso la posibilidad de construir viviendas… casas para que la población en general viviese dignamente…

     Ramón era un tipo demasiado utópico, el no pretendía llenarse las bolsas de dinero, quería ganar la plata justa con la cual hacer la propia casa en donde habitaría con la pareja de su vida y su pequeña hija, diseñando viviendas cómodas para todos aquellos que tenían distante esta posibilidad…

     Comenzó la investigación… Diseño una casa la cual estaba basada en un sistema geométrico en la secuencia Fibbonaci, experimento con materiales: cartón, botellas plásticas, madera, bambú, recordó y analizo Sistemas de múltiples cargas, la enseñanza de la escuela era ahora aplicada, métodos de análisis estructural, Cross, métodos plásticos de fluencia de materiales, sistemas innovadores, cosas que han estado siempre ahí, en la enseñanza y en los libros, pero que por temor a innovar y ser diferentes a los sistemas conocidos, causan “miedo”…

     Propuso sistemas un tanto extraños que costaron introducirse con la gente a la cual iban destinados, tal rechazo se debe a que la gente esta cómoda con lo conocido, no intenta, ni prueba cosas nuevas por el miedo a que eso no está usado y básicamente el miedo a ser diferente entre las demás formas de pensar…

     Y esto es el problema de la sociedad actual… vivimos en un total estado de codependencia, es un estado similar al del drogadicto o al del bebedor de alcohol, sabemos que eso que nos metemos al cuerpo nos acabara por hacer mal, pero sobre todo eso somos persistentes, seguimos haciéndonos daño, y muy a pesar que el cuerpo pide un cambio de costumbres necesario, nos negamos a ello… el opio de los pueblos creo en realidad no es la religión, el verdadero opio de la sociedad actual es la televisión y el consumismo… pero ¿A qué se debe?

     Ramón tenía una respuesta la cual me agradaba, siempre que me la platicaba ya al calor de unos tragos de tequila…

     Decía: …

     “¿Sabes compai?... he estudiado diferentes formas de construir una casa, procesos constructivos: Económicos, ecológicos, innovadores, pero la gente nada más, no quiere eso, quiere seguir construyendo con ladrillo,  block y cemento, lo convencional se niegan a lo nuevo y creo que es un problema totalmente cultural. Recuerdo cuando mi padre me decía, no intentes nada nuevo, hazlo como te digo, o decía: porque te cortas el cabello de esa forma extraña, siempre eran trabas, no hagas, comete todo, haz lo que te dicen, duérmete temprano, etc., etc., etc.… parece ser que siempre necesitamos de la imposición en nuestra vida como algo necesario, hasta que una sola cosa me libero… la lectura… leía “las mil y una noches” y luchaba al lado de alí baba, leía a Salglieri y quería ser el increíble pirata Malayo Sandokán con su incesante antiimperialismo, leí a Herman Hesse y quería ser como Harry Heller “el lobo estepario”… quise ser Rodión Romanovich, Dartañan, Pancho Villa, Gulliver, Pascal, Newton.. quise ser…  hacer lo que la literatura me brindaba, ese romper de cadenas espiritual que siempre me impulsaba a buscar las cosas por más imposibles que fuesen, ahora… he pensado en cómo construir una casa en donde podamos romper esos paradigmas sociales… lo probaré con la propia casa… en donde quiero que vivamos con mi esposa y mi pequeña Elea…

     La cimentaré con pesados libros de historia universal, libros de ingeniería, libros de platón y Aristóteles, los muros de la sala serán hechos de libros de música y partituras, algunos poemas de Francisco de Quevedo y Benedetti, fragmentos de la biblia y algunos otras partes de guiones de películas de Woody Allen y Tim Burton, en las habitaciones formulas de geometría analítica y cálculo diferencial, textos de Freud, de Rawls, kant y de Homero…

     Y la techumbre será de pequeñas letras y números que al no juntarse bien, nos permitan que nos dé un poco la luz del sol y podamos ver las estrellas antes de dormir y desde donde juntos  podamos ver como el cambio en este mundo solo se puede lograr con conocimiento, imaginación y libros… muchos libros…"




<<El efecto>>

     “NO ES LA LITERATURA LA QUE DEBE IMITAR A LA VIDA, ES LA VIDA LA QUE DEBE IMITAR A LA LITERATURA”…

No claudiquemos en esta eterna lucha…

@giancarlonavesc