Los Algebristas
No es karma, solo causa y efecto | Juan Carlos Navarro
<<La Causa>>
Un día; así
de repente todo había cambiado…
Samir… se levantó
como de costumbre al veinte para las siete, justo, muy justo a tiempo como para
poder pasarse desprolijamente el cepillo dental al cual solo embarraba
miedosamente con un poco de dentífrico, “vestirse”,
comer a prisa un pan tostado, tragar una taza de café frio que había quedado
sobre el desayunador una noche antes; y salir a toda prisa a la universidad.
Hace fila en
la parada del transporte público, aun adormitado, se sube y alcanza un lugar al
final del autobús; era uno de esos lugares casi preferentes desde donde puedes
ver todo lo que van haciendo los de delante… observó –
A una señora,
que seguro iba al mercado por la bolsa que llevaba entre el brazo derecho que
hacia escuadra frente a su pecho y la cual iba hacinándose fuertemente con su
otra mano al tubo que recorre longitudinalmente el autobús buscando equilibrio;
<<algo sumamente habitual>>, lo que rompía los esquemas era que;
dentro de esa bolsa manufacturada con hebras plásticas las cuales transparentan
todo lo que se lleva dentro por la holgura
del entramado y que por estos lugares se les conoce como “morraleta” llevaba
dos libros, un libro grueso de buen tamaño que decía introducción al algebra, y
otro era un panfleto de fórmulas geométricas <<¡oh! Extraño>>;
mientras las señora se bamboleaba en el autobús, no le quitaba la vista a algo
que venía leyendo el tipo que venía sentado en el lugar frente a donde ella se
bamboleaba, <<y digo… seamos realistas para los que piensan que esta
situación de “no cederle a una mujer el lugar en el transporte público es de
mala educación”, creo es arcaico, vivimos en una época en donde en teoría existe
igualdad entre el hombre y la mujer… en fin dejando las idiosincrasias fuera>>
la señora venia, por demás interesada en lo que leía el hombre que ella miraba
desde arriba en una acción en donde su mentón topaba contra su clavícula
derecha y lo cual era incómodo para la señora <<o eso parecía>> pero;
valía la pena hacer ese sacrificio para no perder detalle de tan entretenido
texto o de eso daba muestra la señora.
Samir,
intrigado, se levanta; y camina atravesando todo el autobús, hasta el centro
mismo donde se encontraba la señora que aún seguía inmersa en la lectura
furtiva. Se pone a su lado, se aferra con el brazo izquierdo, el mismo con el
que se tomaba la señora del pasamanos del autobús , el blandía un par de libros
que le cabían muy bien en la mano derecha a diferencia de la bolsa de mandado
que llevaba la señora; él, baja la vista hacia el mismo objeto que tanta
curiosidad le causaba a la señora y… mira un libro abierto con ecuaciones
algebraicas, graficas, métodos de factorización etc… el tipo sentado frente al
lugar donde se bamboleaba la señora se incomoda por tantas vistas a su rededor
y decide cerrar el libro violentamente <<plaaff>> y en la portada decía
Introducción al álgebra – Samir contrariado desvía la vista haciéndose el
desentendido y dos paradas más adelante baja del autobús.
Con un poco
de extrañeza por el suceso del autobús camina hacia la universidad, transitando
por el medio de la obra sanitaria que por meses lleva tapando el acceso principal
de la universidad; mientras iba pensando la coincidencia de que la señora y el
tipo del autobús tenían el mismo libro; una discusión lo saca de tan absorto
pensamiento; Un tipo al parecer un peón de albañil discutía acaloradamente con
el capataz de la obra el cual le gritaba de tal forma que todo aquel que pasaba
por las cercanías; incluyendo a Samir, podían escuchar lo siguiente: “Te ordeno
que te metas a destapar esa alcantarilla, es una orden o te despido”; el peón
de albañil colérico le presenta a escasos centímetros de la cara del capataz un
libro que sostenía con ambas manos con la pasta frente a sus narices y que por
las venas que se marcaban en sus manos parecía sostener con mucha fuerza
mientras el también gritaba: “¡Ni madres!... nunca más me meteré a limpiar una
alcantarilla repleta de mierda, ahora seré Algebrista”… Samir, queda perplejo
al escuchar el grito que escucho del peón y para mucho más complicación a lo
que lo aturdía desde que se bajó del autobús, el título del libro que se
alcanzaba a leer desde donde Samir estaba, era “Introducción al Algebra”- Samir
se quedó pasmado viendo la escena que aún continuaba y se percató que de los diez
peones de albañil que ahí estaban, ninguno más quiso entrar a destapar la
alcantarilla, todos argumentaban que querían ser Algebristas.
Rascándose la
cabeza y con una exaltación provocada por todos los sucesos desde su despertar,
se percata que va atrasado 15 min para su clase de ética laboral, impartida por
el perínclito licenciado de 75 años; el Sr. Ibargüengoitia, tipo que era por
demás estricto; decide correr para de alguna manera llegar e intentar colarse a
clase arguyendo alguna excusa; entra presuroso al salón de clases y ve a
algunos de sus compañeros sentados plácidamente metidos en un texto que no
dejaban de leer y del cual no podían despegar la vista; Samir le pregunta a
Orlando, - ¿Qué pasó con el viejo Ibargüengoitia, no vino? – Orlando le señala
el pizarrón, extendiendo apenas la mano pero sin despegar los ojos del libro;
este, tenía escrito en tiza con letra cursiva y de gran tamaño lo siguiente: “Jóvenes:
He decidido cambiar de texto para mi catedra, desde ahora, favor de estudiar “Introducción
al Algebra”; nos vemos la semana próxima… Lic. Romualdo Ibargüengoitia” – Samir
quería vomitar, palidece y las piernas le abandonan; Orlando tira el libro de
Introducción al Algebra y corre a abrazarlo… - ¡No te preocupes Samir, te
llevaré a la enfermería! – Samir asiente de manera lánguida.
Orlando llega
extenuado llevando casi a rastras a Samir; miran la puerta de la enfermería en
donde esperanzadoramente verían a Sandra, la enfermera que los trataba por lo
general muy bien, ella los recibe con la calma que da el tener que atender a
varios chicos enfermizos por estrés escolar y les dice: “Muchachos, el doctor
Betanzos no vino hoy y no tengo llave del botiquín” no puedo darte más que este
calmante…” Samir lo toma; pasa agua por su garganta y recobra el color;
mientras mira de forma trémula a Sandra, la cual estaba leyendo el mismo libro
que todos parecían leer; pasa un poco más de agua por la seca garganta y
pregunta: - ¿Por qué no vino el Dr. Betanzos? A lo que Sandra responde; “llamó
diciendo que renunciaba y que ahora dejaría la medicina general para ser
Algebrista”… Samir – Colapsa; pone los ojos en blanco y se desmaya…
Fueron de
tres a cinco horas en las que Samir estuvo desconectado de la realidad que lo
atormentaba a causa de ese desmayo; cuando pasaron esas tres o cinco horas
Samir recobro la conciencia con una
tremenda jaqueca, en el hospital general de la ciudad, a su alrededor algunos
otros convalecientes por diversas enfermedades, los cuales pedían auxilio en medio de un extraño caos que se vivía en el
hospital; el convaleciente de la cama continua tenia prendida la radio de su teléfono
celular y a la cual no le ponía atención por estar tan ocupado leyendo algo de
un libro; Samir en medio de su dolor escucha lo que la pequeña radio del teléfono
celular transmitía: “Un caos tremendo se
empieza a vivir en la ciudad muchas personas, de muy distintos niveles sociales
y culturales han decidido abandonar sus actividades normales o trabajos por
algo que hoy por hoy se conoce como “la fiebre del Algebra”, algunos bancos han
dejado de laborar por falta de personal, las fuerzas armadas están disminuidas
porque más del 85% de su personal a desertado, el departamento de limpia y
sanidad de la ciudad ha dejado de trabajar… ¡La ciudad es un caos!..”.
<< un silencio abrumador>> la radio había dejado de transmitir…
Samir, aun en
la camilla del hospital; que también era un caos, se toma la cabeza y grita desesperadamente…
Llorando de
desesperación y queriendo salir de ese lugar; ve entrar por esa congestionada
puerta del hospital, rostros conocidos; <<eran: su padre, su madre y su
novia>>, llegan; y en un abrazo reconfortante le dicen: “Samir no sé qué
pasa ahora, pero nos vamos de acá”. Una de las tres enfermeras que atendían a
todo mundo le lleva su ropa y él se viste…
Sale
caminando apesadumbrado y confuso del brazo de su madre, mientras una enfermera
que venía corriendo tras ellos, les viene gritando: ¡Señores!, ¡Señores!, el
muchacho ha olvidado esto…
Mientras la
enfermera corría hacia ellos, venia agitando en la mano derecha en todo lo alto
ese par de libros que cabían muy bien en la empuñadura de Samir y los cuales el
llevaba consigo desde que se despertó ese extraño día; un libro grueso de buen
tamaño que decía introducción al algebra, y otro era un panfleto de fórmulas geométricas.
<<El
Efecto>>
“El mundo es necesariamente como es porque hay seres que se
preguntan ¿por qué es así?”
Invertimos tiempo; tanto tiempo,
cuestionándonos, increpando, molestándonos, intentando convencer al de a lado,
en hacer prevalecer nuestra muy particular y peculiar visión de la vida sobre
cualquier otra versión y visión que contraponga nuestra teoría con la suya. Muy
pocas veces estamos conformes con lo que
sucede a nuestro alrededor y de ahí… La INCONFORMIDAD.
El principio
Antrópico, más o menos parafraseando la idea general dice; que “Vemos el
Universo como es, porqué existimos”; el universo, sea grande o infinito en
cuestiones de espacio o tiempo, crea las condiciones necesaria para el
desarrollo de la vida; nuestra vida “inteligente”, y quizá sea el hecho de que
nuestro razonamiento y comprensión haga que este universo en su conjunto sea
así porque; esa es la única forma en la que podremos comprender lo que
sucede a nuestro alrededor. ¿En realidad
podremos sobrevivir en un Universo en donde todos pensemos y actuemos de igual
forma?, ¿Por qué lo que yo que creo que es bueno para mí, debería ser bueno
para los demás?, ¿Qué nos da derecho de
condenar a los que disciernen de nuestra visión de la vida?, ¿Por qué nos empeñamos en la idea, de “Si no
piensas como yo estas mal”?... Es como la persona rica que vive en un entorno
rico, sin ver nunca la pobreza.
En algún instante
de mi vida quise neciamente que todos en mi Universo fueran Algebristas, ¿Qué pasaría
en un Universo repleto solamente de algebristas?... Quizá todo nuestro universo
y hablo de manera particular de nuestro universo como individuos, que observan,
sienten y sobre todo; que piensan; funcione, es por qué la gente que nos rodea,
por más repugnante, bella, incomprensible, necesaria o innecesaria; que
interactúan en esta secuencia de espacio-tiempo finita a la que nosotros
llamamos vida, existe, es por que precisamente nosotros las hacemos existir
para hacer necesaria y comprensible nuestra propia existencia.
Entonces ¿por
qué nuestro entorno y nuestro universo, es tan complejo?, tan insoportable para
algunos o para muchos de nosotros ¿o por qué esta bello para otros? Y de aquí
otra vez la pregunta…
¿Por qué el
universo es de la manera en que lo vemos?... la respuesta puede ser simple y
sencilla.
¡Si hubiera
sido diferente, no estaríamos acá!
@giancarlonavesc

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