miércoles, 16 de enero de 2013


Los Algebristas
No es karma, solo causa y efecto | Juan Carlos Navarro



<<La Causa>>

Un día; así de repente todo había cambiado…

Samir… se levantó como de costumbre al veinte para las siete, justo, muy justo a tiempo como para poder pasarse desprolijamente el cepillo dental al cual solo embarraba miedosamente con un poco de dentífrico,  “vestirse”, comer a prisa un pan tostado, tragar una taza de café frio que había quedado sobre el desayunador una noche antes; y salir a toda prisa a la universidad.

Hace fila en la parada del transporte público, aun adormitado, se sube y alcanza un lugar al final del autobús; era uno de esos lugares casi preferentes desde donde puedes ver todo lo que van haciendo los de delante… observó –

A una señora, que seguro iba al mercado por la bolsa que llevaba entre el brazo derecho que hacia escuadra frente a su pecho y la cual iba hacinándose fuertemente con su otra mano al tubo que recorre longitudinalmente el autobús buscando equilibrio; <<algo sumamente habitual>>, lo que rompía los esquemas era que; dentro de esa bolsa manufacturada con hebras plásticas las cuales transparentan todo lo que se lleva dentro  por la holgura del entramado y que por estos lugares se les conoce como “morraleta” llevaba dos libros, un libro grueso de buen tamaño que decía introducción al algebra, y otro era un panfleto de fórmulas geométricas <<¡oh! Extraño>>; mientras las señora se bamboleaba en el autobús, no le quitaba la vista a algo que venía leyendo el tipo que venía sentado en el lugar frente a donde ella se bamboleaba, <<y digo… seamos realistas para los que piensan que esta situación de “no cederle a una mujer el lugar en el transporte público es de mala educación”, creo es arcaico, vivimos en una época en donde en teoría existe igualdad entre el hombre y la mujer… en fin dejando las idiosincrasias fuera>> la señora venia, por demás interesada en lo que leía el hombre que ella miraba desde arriba en una acción en donde su mentón topaba contra su clavícula derecha y lo cual era incómodo para la señora <<o eso parecía>> pero; valía la pena hacer ese sacrificio para no perder detalle de tan entretenido texto o de eso daba muestra la señora.

Samir, intrigado, se levanta; y camina atravesando todo el autobús, hasta el centro mismo donde se encontraba la señora que aún seguía inmersa en la lectura furtiva. Se pone a su lado, se aferra con el brazo izquierdo, el mismo con el que se tomaba la señora del pasamanos del autobús , el blandía un par de libros que le cabían muy bien en la mano derecha a diferencia de la bolsa de mandado que llevaba la señora; él, baja la vista hacia el mismo objeto que tanta curiosidad le causaba a la señora y… mira un libro abierto con ecuaciones algebraicas, graficas, métodos de factorización etc… el tipo sentado frente al lugar donde se bamboleaba la señora se incomoda por tantas vistas a su rededor y decide cerrar el libro violentamente <<plaaff>> y en la portada decía Introducción al álgebra – Samir contrariado desvía la vista haciéndose el desentendido y dos paradas más adelante baja del autobús.

Con un poco de extrañeza por el suceso del autobús camina hacia la universidad, transitando por el medio de la obra sanitaria que por meses lleva tapando el acceso principal de la universidad; mientras iba pensando la coincidencia de que la señora y el tipo del autobús tenían el mismo libro; una discusión lo saca de tan absorto pensamiento; Un tipo al parecer un peón de albañil discutía acaloradamente con el capataz de la obra el cual le gritaba de tal forma que todo aquel que pasaba por las cercanías; incluyendo a Samir, podían escuchar lo siguiente: “Te ordeno que te metas a destapar esa alcantarilla, es una orden o te despido”; el peón de albañil colérico le presenta a escasos centímetros de la cara del capataz un libro que sostenía con ambas manos con la pasta frente a sus narices y que por las venas que se marcaban en sus manos parecía sostener con mucha fuerza mientras el también gritaba: “¡Ni madres!... nunca más me meteré a limpiar una alcantarilla repleta de mierda, ahora seré Algebrista”… Samir, queda perplejo al escuchar el grito que escucho del peón y para mucho más complicación a lo que lo aturdía desde que se bajó del autobús, el título del libro que se alcanzaba a leer desde donde Samir estaba, era “Introducción al Algebra”- Samir se quedó pasmado viendo la escena que aún continuaba y se percató que de los diez peones de albañil que ahí estaban, ninguno más quiso entrar a destapar la alcantarilla, todos argumentaban que querían ser Algebristas.

Rascándose la cabeza y con una exaltación provocada por todos los sucesos desde su despertar, se percata que va atrasado 15 min para su clase de ética laboral, impartida por el perínclito licenciado de 75 años; el Sr. Ibargüengoitia, tipo que era por demás estricto; decide correr para de alguna manera llegar e intentar colarse a clase arguyendo alguna excusa; entra presuroso al salón de clases y ve a algunos de sus compañeros sentados plácidamente metidos en un texto que no dejaban de leer y del cual no podían despegar la vista; Samir le pregunta a Orlando, - ¿Qué pasó con el viejo Ibargüengoitia, no vino? – Orlando le señala el pizarrón, extendiendo apenas la mano pero sin despegar los ojos del libro; este, tenía escrito en tiza con letra cursiva y de gran tamaño lo siguiente: “Jóvenes: He decidido cambiar de texto para mi catedra, desde ahora, favor de estudiar “Introducción al Algebra”; nos vemos la semana próxima… Lic. Romualdo Ibargüengoitia” – Samir quería vomitar, palidece y las piernas le abandonan; Orlando tira el libro de Introducción al Algebra y corre a abrazarlo… - ¡No te preocupes Samir, te llevaré a la enfermería! – Samir asiente de manera lánguida.

Orlando llega extenuado llevando casi a rastras a Samir; miran la puerta de la enfermería en donde esperanzadoramente verían a Sandra, la enfermera que los trataba por lo general muy bien, ella los recibe con la calma que da el tener que atender a varios chicos enfermizos por estrés escolar y les dice: “Muchachos, el doctor Betanzos no vino hoy y no tengo llave del botiquín” no puedo darte más que este calmante…” Samir lo toma; pasa agua por su garganta y recobra el color; mientras mira de forma trémula a Sandra, la cual estaba leyendo el mismo libro que todos parecían leer; pasa un poco más de agua por la seca garganta y pregunta: - ¿Por qué no vino el Dr. Betanzos? A lo que Sandra responde; “llamó diciendo que renunciaba y que ahora dejaría la medicina general para ser Algebrista”… Samir – Colapsa; pone los ojos en blanco y se desmaya…

Fueron de tres a cinco horas en las que Samir estuvo desconectado de la realidad que lo atormentaba a causa de ese desmayo; cuando pasaron esas tres o cinco horas Samir recobro la  conciencia con una tremenda jaqueca, en el hospital general de la ciudad, a su alrededor algunos otros convalecientes por diversas enfermedades, los cuales pedían auxilio  en medio de un extraño caos que se vivía en el hospital; el convaleciente de la cama continua tenia prendida la radio de su teléfono celular y a la cual no le ponía atención por estar tan ocupado leyendo algo de un libro; Samir en medio de su dolor escucha lo que la pequeña radio del teléfono celular transmitía: “Un caos tremendo se empieza a vivir en la ciudad muchas personas, de muy distintos niveles sociales y culturales han decidido abandonar sus actividades normales o trabajos por algo que hoy por hoy se conoce como “la fiebre del Algebra”, algunos bancos han dejado de laborar por falta de personal, las fuerzas armadas están disminuidas porque más del 85% de su personal a desertado, el departamento de limpia y sanidad de la ciudad ha dejado de trabajar… ¡La ciudad es un caos!..”. << un silencio abrumador>> la radio había dejado de transmitir…

Samir, aun en la camilla del hospital; que también era un caos, se toma la cabeza y grita desesperadamente…

Llorando de desesperación y queriendo salir de ese lugar; ve entrar por esa congestionada puerta del hospital, rostros conocidos; <<eran: su padre, su madre y su novia>>, llegan; y en un abrazo reconfortante le dicen: “Samir no sé qué pasa ahora, pero nos vamos de acá”. Una de las tres enfermeras que atendían a todo mundo le lleva su ropa y él se viste…

Sale caminando apesadumbrado y confuso del brazo de su madre, mientras una enfermera que venía corriendo tras ellos, les viene gritando: ¡Señores!, ¡Señores!, el muchacho ha olvidado esto…

Mientras la enfermera corría hacia ellos, venia agitando en la mano derecha en todo lo alto ese par de libros que cabían muy bien en la empuñadura de Samir y los cuales el llevaba consigo desde que se despertó ese extraño día; un libro grueso de buen tamaño que decía introducción al algebra, y otro era un panfleto de fórmulas geométricas.

 <<El Efecto>>

“El mundo es necesariamente como es porque hay seres que se preguntan ¿por qué es así?”

Invertimos tiempo; tanto tiempo, cuestionándonos, increpando, molestándonos, intentando convencer al de a lado, en hacer prevalecer nuestra muy particular y peculiar visión de la vida sobre cualquier otra versión y visión que contraponga nuestra teoría con la suya. Muy pocas veces  estamos conformes con lo que sucede a nuestro alrededor y de ahí… La INCONFORMIDAD.

El principio Antrópico, más o menos parafraseando la idea general dice; que “Vemos el Universo como es, porqué existimos”; el universo, sea grande o infinito en cuestiones de espacio o tiempo, crea las condiciones necesaria para el desarrollo de la vida; nuestra vida “inteligente”, y quizá sea el hecho de que nuestro razonamiento y comprensión haga que este universo en su conjunto sea así porque; esa es la única forma en la que podremos comprender lo que sucede a nuestro alrededor. ¿En realidad podremos sobrevivir en un Universo en donde todos pensemos y actuemos de igual forma?, ¿Por qué lo que yo que creo que es bueno para mí, debería ser bueno para los demás?,  ¿Qué nos da derecho de condenar a los que disciernen de nuestra visión de la vida?,  ¿Por qué nos empeñamos en la idea, de “Si no piensas como yo estas mal”?... Es como la persona rica que vive en un entorno rico, sin ver nunca la pobreza.

En algún instante de mi vida quise neciamente que todos en mi Universo fueran Algebristas, ¿Qué pasaría en un Universo repleto solamente de algebristas?... Quizá todo nuestro universo y hablo de manera particular de nuestro universo como individuos, que observan, sienten y sobre todo; que piensan; funcione, es por qué la gente que nos rodea, por más repugnante, bella, incomprensible, necesaria o innecesaria; que interactúan en esta secuencia de espacio-tiempo finita a la que nosotros llamamos vida, existe, es por que precisamente nosotros las hacemos existir para hacer necesaria y comprensible nuestra propia existencia.

Entonces ¿por qué nuestro entorno y nuestro universo, es tan complejo?, tan insoportable para algunos o para muchos de nosotros ¿o por qué esta bello para otros? Y de aquí otra vez la pregunta…

¿Por qué el universo es de la manera en que lo vemos?... la respuesta puede ser simple y sencilla.

¡Si hubiera sido diferente, no estaríamos acá!

@giancarlonavesc

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