miércoles, 23 de mayo de 2012


El Final del Mundo

No es karma, solo causa y efectoJuan Carlos Navarro


<<La Causa>>

     Una mañana fría la de ese día, yo como un en una jornada habitual, desperté muy temprano. No podré negar que al igual que todos tenía un miedo argumentado, durante los últimos meses, los noticiarios, nos recordaban del inminente final, las iglesias y religiones nos daban la oportunidad del arrepentimiento y el alcanzar la salvación si optábamos por una u otra creencia, la gente totalmente desquiciada, compras de pánico, estado de sitio, gente peleando con violencia desmedida y sangrienta por la poca comida que quedaban en los anaqueles de las tiendas, calles silenciosas, un entorno enrarecido, ventanas tapiadas, miradas de desconfianza… incluso en este pueblo en el que aún vivo, pueblo de creencias arraigadas, sumamente devoto y de idiosincrasias difícil de derrocar, habían colocado una sirena en lo alto de un asta al centro del parque, debajo de ella una bocina y con una leyenda al pie sobre un tablón viejo que alguien pinto con caligrafía trémula, con pintura negra que escurría  y que decía: …

     “ALARMA DEL FIN DEL MUNDO: ¡Arrepentíos Pecadores!, pueblo entregado a lo carnal y mundano, cuando escuchéis y veas esta sirena encenderse, el final es INMINETNTE, arrepentíos y no claudicaras… De lo contrarió un CONDENADO MAS SEREÍS

     Una combinación de sensaciones era lo que transmitía el anuncio holocaustico y ¿cómo no?, leyenda amenazante, letras negras escurridizas, caligrafía temblorosa, Miedo era lo que transmitía. Para los pocos que transitaron alguna vez en ese parque de hermosura especial era inaudito verlo así, colmado de basura, muerto, de bancas rotas, de fogatas en tambos llenos de llantas y basura ardiendo, de perros carroñeros buscando alimentarse desesperadamente en jaurías violentas, daban un entorno tétrico junto con el cartel trémulo… <<Por la manera de ser redactado apuesto fue el sacerdote de la iglesia frente al parque, el autor>>

     Como inicialmente dije, esa era una mañana muy fría, desperté a las  6:23 a.m. sintonizo la radio desde el teléfono celular, veo la pantalla del mismo, la cual tiene una hermosa fotografía de ella, observo lo siguiente: viernes 21 de diciembre de 2012, 6:23 a.m.  Sorprendido digo: ¡Hoy es el día!...

     Mientras escribía el acostumbrado mensaje de texto que día con día le mandaba a mi amada, escucho atentamente por la radio del teléfono que yacía en mi mamo, detengo mi escritura y escucho… “Mensaje oficial”  y  empieza el comunicado, eran las 7:00 a.m. <<la voz de acento peculiar del presidente de la nueva republica amorosa al habla, decía:>> “Queridos compañeros, hoy es el día pactado, según la creencia y las teorías hoy es un día culminante en la historia de la humanidad, hoy aparentemente el mundo llega a su final, coincidente con el solsticio de invierno hoy 21 de diciembre de 2012 a las 11:12 hrs […] Los invito a no perder la calma, serenidad, afrontemos juntos esta nueva contrariedad “Si pudimos contra el sistema y el priismo ¿Por qué no poder contra esto?...

     <<En desesperación, generalmente el consciente traiciona al subconsciente, las ordenes o peticiones son tergiversadas>>  Parece que la petición de mantener la calma y la serenidad, fue entendida en otro contexto, en el contrario, y… ¿Qué se puede hacer sucumbido por el pánico?...

     Inicia, el verdadero fin del mundo…

     ¡ALERTA!... Suena la sirena, estridente, chillante, ensordecedora, por la bocina se escucha al sacerdote hablar, en tonos de temerosa excitación, conmovido por el lúgubre panorama… “ES TIEMPO, ARREPENTIOS, NADA MÁS HAY QUE HACER QUE ENTREGAR NUESTRAS ALMAS A LA IGLESIA Y EL SEÑOR […] BLA, BLA, BLA” <<El miedo era el que hacía hablar a aquel sacerdote, muy estereotipado, es imaginable>>

     Hordas de gente, se agolpan hacia las calles, pánico, tumulto, golpes, niños llorando, abuelas rezando… la iglesia era insuficiente para agrupar a toda aquella gente, muchos afuera, muchos tantos más apretujados dentro… Pocos nos quedamos rezagados, no por ser valientes, sino más bien por estar resignados al fatídico destino (si es que lo había) a parte: ¿Cómo salvar una fruta podrida?, yo estaba condenado desde hacía tiempo, nada ni el poder divino al cual, AHORA respeto de una forma especial pero expectante, me podía salvar…

     Salgo a la calle y me topo con Raúl, un muy buen amigo, uno de los pocos desde que llegue a este pueblo muy símil de creencias a mí y le digo:

  -           ¡Raúl, cabrón, ¿A dónde vas?!... ¡A la iglesia verdad!... ¿Te arrepentirás? <<le grite incrédulo>>...

-          No cabrón… Voy a buscar un par… no… muchas, las que pueda… voy a buscar Vodka. Botellas y botellas de Vodka, cigarrillos, cervezas, etc… todo para hacer de esto digno… Salvador, no me puedes dejar solo… ¡ESTO HAY QUE CELEBRARLO, A MANDAR A LA MIERDA AL MUNDO CON ESTILO!

    -          Pero… este... fíjate que yo… ¡Bueno, VAMOS!

     Llegamos a punto de empujones, las pocas Vinateras estaban abarrotadas de gente, ya no comprando sino llevando a manos llenas el alcohol, los dueños de estos lugares ya no vendían, regalaban a la voz de “acábenselo todo, llévenlo, nada seremos mañana”.

     Logre sacar tres botellas de Vodka, una de whisky, la cual en el tumulto se me cayó al suelo y se hizo pedazos y cuatro cervezas frías las cuales distribuí dos en las bolsas delanteras de mi flojo pantalón y las otras dos al reverso del mismo.

     Raúl, como siempre más acomedido llevo una gran maleta de viaje, saco tanto pudo, no contabilice, pero era mucho alcohol, frituras, cacahuates, cigarrillos, etc... Y me dice con una risa traviesa y de excitación…

-          ¡Vamos al Parque, que ahí será la Fiesta del Fin del Mundo!

     Camino hacia el parque… Mucha gente ya había iniciado la fiesta… el señor de la Farmacia ya un tanto beodo y con su gran nariz roja, regalaba medicamento a la gente… los prestamistas salían a tirar el dinero a las banquetas, el mismo que pasaba desapercibido, pisoteado bajo los pies de la gente que buscaba comida, alcohol o diversión… gente regalando ropa, risas en algunos, preocupación en los demás y llegamos al parque…

     La gente fuera de la iglesia resignada a no poder entrar se acercaba a los micro-grupos que escuchaban música, reían y bebían alcohol, y al igual que ellos se divertían, se conocían, se abrazaban, algunos se besaban, otros más comenzaban a sacar del “closet” los vestigios guardados de la sexualidad reprimida… Todo era tan natural, tan cómo debe de ser, sin tapujos, sin clases sociales, sin desigualdades étnicas ni religiosas… claro… el Alcohol desinhibe hasta al más reacio de carácter… ¿cómo no?... si puede aflojar el cuero de los zapatos cuando nos aprietan, ¿Qué no doblegue un alma empedernida?

     Cada vez más, estos micro- grupos se hacían más y más estrechos, se comenzaba a formar un colectivo muy especial, reían, se abrazaban, todos entonaban en coro, diversas canciones, desde las rancheras, hasta el pop, o el rock… ya nadie se guardaba nada, todos sacaban esos sentimientos reprimidos por ellos mismos, por la misma sociedad. El sacerdote irrumpe la fiesta con gritos desde su altoparlante, “SEÑORES ARREPENTIOS”… varias personas lo vas a agarrar y lo hacen participe de esta fiesta, el sacerdote reacio y amenazado por el tumulto se bebe varios tragos de tequila y al igual que el colectivo empieza a disfrutar de esta fiesta… los únicos que no encajaban en ella, eran algunos “politiquillos chic” que miraban desde los balcones de sus ostentosas casas, la fiesta proletaria, no pertenecían a ella… en fin… estaba cerca el final pactado… 11:00 hrs

     En eso se nos une Inez, mi amada, la abrazo fuertemente, le digo cuanto la amo y abrazados esperamos expectantes el final… 11:10… quedan solo 2 minutos… aún algunos cantan pero los demás estamos expectantes, miedo y muchos sentimientos encontrados… 11:11 un silencio de golpe se deja sentir…el gran reloj de la iglesia marca las 11:12 hrs del 21 de diciembre de 2012… ¡Un suspiro de angustia generalizado!...  

      …

     Y el reloj marcó las 11:13, ¡alivio! Un ¡AHHHHHH! Sobrecogedor se deja sentir en coro… una voz solitaria dentro de ese gran colectivo incontable se deja escuchar a grito descarado… ¡SOBREVIVIMOS AL FIN DEL MUNDO!...

<<El efecto>>

     Ambiguamente habíamos sobrevivido al final del mundo, pero en realidad el mundo acabo, ese mundo de ambición, de valores retorcidos, de gente vacía de espíritu, de políticos corruptos, de sacerdotes pederastas, de conveniencias malsanas, de monopolios televisivos, un mundo de inconsciencia en muchos aspectos, inconsciencia ecológica, moral y de valores… ¡Sí! el mundo acabo y para bien… para darle paso a un nuevo mundo, de unidad, casi utópico, de perfección anhelada, de valores no materiales sino espirituales… un mejor mundo…

     No fue un meteorito, ni inundación, ni catástrofe, fue la conciencia humana, un poco de alcohol y  los valores que generalmente extraviamos por preocuparnos por cosas irrelevantes la que nos ayudo a darle final al retorcido mundo en el que viviamos.

@giancarlonavesc

1 comentario:

  1. nothing else to do...la cancion del final del mundo http://www.youtube.com/watch?v=oQK9y8krU7M ...ejemplo Y2K muy bueno

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