miércoles, 8 de febrero de 2012


¿La Huella digital de Dios?
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No es karma, solo causa y efectoJuan Carlos Navarro


     Es un domingo ordinario este que ha pasado, no pretendo redactar mis hábitos ni vicios personales en lo relacionado con el comportamiento de mis horas de sueño, pero… ya eran las 10:30 a.m. y tocan a mi puerta… ¡Toc, toc!, <<me limpio las lagañas y atiendo>>:

-          ¿Diga?...
-          ¡Queremos hablarle de la palabra de Dios!
-          Permítame <<abro la puerta>>, (ante mí, una anciana, que me recordó a mi abuela y que no por eso, me cohibí a decirle lo siguiente)… Me da mucha pena no poder atenderla, pero este no es un buen momento para mí, ¿sabe?, me acabo de levantar y la verdad no estoy: ni en las condiciones para recibirla, ni en los ánimos de escucharle, pero en otra ocasión.
-          ¿Sabe usted lo importante de la palabra de Dios?, <<habla con voz firme y adoctrinada la viejecita, pero mucho muy amable>>, ¡Esta a tiempo de arrepentirse y reencontrar el camino!, pero… le entiendo, ¿le parce que regrese el próximo domingo?
-          Muy bien, señora, ¡Me parece bien! <<dije yo, con la premura de  quién, con los parpados aún no cansados de tanto dormir, desea volver a caer en la cama>>
-          Le dejo este panfleto… Léalo por favor
-          Le tomo el panfleto de la mano, y leo de soslayo “¿QUIÉN ES REALMENTE, EL GOBERNANTE DEL MUNDO?”.
-          ¡Qué tenga buen día! con su permiso…
-          Que le vaya bien señora…

     Pues a todos aquellos que les ha pasado algo similar un domingo cualquiera, sabrán a lo que me refiero, era una anciana que profesaba la religión de los Testigos de Jehová, <<Aclaro en este punto que, muy a parte de mis creencias, no trato, de justificar, ni adoctrinar, mucho menos juzgar la religión que, el que lea este relato lleve a cuestas, lo único que les quiero compartir, es lo siguiente, que tiene más de ciencia y “casi” nula religión>>, pues bien…

     <<Después de Dormir hasta ya muy tarde>>, me tome el tiempo para leer el mencionado panfleto; no tiene sentido exponer mi opinión acerca de lo que ahí leí, pero, lo importante es que me trajo a la mente viejos estudios que realizaba hace unos meses sobre secuencias y fractales, “SECUENCIAS  MATEMATICAS Y FRACTALES” y… ¿eso que, con la existencia de Dios?

De Al-Samawal a Fibbonaci y ¿La psicosis colectiva?

     Corrían los tiempos de 1150 a.c. en Un Bagdad, capital cultural, comercial y de pensamiento de vanguardia, Al-Samawal, estudioso de la aritmética, la construcción, las formas y la economía; trabaja con una forma cuadrada de 2 x 2 unidades, la divide por mitad y le quedan dos rectángulos de 2 x 1, a uno de esos rectángulos lo corta de esquina a esquina para que le queden dos triángulos rectángulos; Mediante la gran herramienta heredada hacia nosotros por el gran, pero un poco loco Pitágoras,  Samawal obtiene la hipotenusa de dicho triangulo, esta hipotenusa se hace rotar con un punto de pivote (Z) en el centro de la primera división del cuadro de 2 x 2, obteniendo así un segmento de curva o cuerda, esta cuerda le sirvió para delimitar, al prolongar la de la base del cuadro de 2 x 2, y trazando una nueva línea perpendicular a la prolongación a partir de donde se interceptan la curva y dicha prolongación, forma un Nuevo rectángulo, con una proporción Largo-Ancho de 1.618 o Ancho-Largo de 0.618, a estas proporciones se le conocieron, como las “Proporción Divina”, “La proporción Aurea”, “El número Dorado”, “The Golde Ratio”, etc.



     Se piensa y hay pruebas de ello, sobre, que esta proporción esta por doquier, desde las proporciones de nuestro cuerpo, (en el rostro, las manos, etc.), construcciones, tan ancestrales y míticas como el arca de Noé y el Partenón en Grecia, así como en la música.
Damos el salto hacia más o menos el año 1210 y aparece Leonardo Fibonacci, con su famosa secuencia, “La Secuencia Fibonacci” esta es una sucesión de números infinitos, que inicia con 1, 1 y en donde el siguiente número de la secuencia es la suma de sus dos predecesores:

1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144, …



     Esta sucesión de números, a pesar de tener diversas aplicaciones en la programación, las matemáticas y la teoría de juegos, se presenta en diversos elementos de las naturaleza, como las caracolas, en diversas flores, en algunas formas de galaxias, algunos también la relacionan con las huellas digitales, en la forma de procreación de animales, como abejas y conejos y en la forma en que crecen las ramas en los árboles.

        En 1753 el matemático Robert Simson, descubrió que al relacionarse la secuencia Fibonacci de la siguiente forma: fn + 1 / fn  y al tender hacia el infinito de la sucesión, se encontraba con la relación de Al- Samawal. 

… (2/3)=0.667, (3/5)=0.600,… (55/89)=0.6179, (89/144)=0.618, (144/233)=0.618… 0.618

     Es acá donde se unen, diversas teorías y postulados matemáticos y donde la gente ve lo que quiere ver o por lo menos ese es el ejercicio que le propongo al lector, que se recueste en la parte que más le guste de este campo, que mire al cielo y observe las nubes en busca de formas disuadido por la imaginación.

     ¿Un capricho de la naturaleza?, ¿la mano de un ser todo poderoso?, ¿La huella digital de Dios?... las similitudes y coincidencias son abrumadoras, desde mi punto de vista, me inclino un poco más al sentido matemático, sin dejar de un lado que más que la huella digital de dios, la naturaleza, evoluciona y se abre paso de maneras caprichosas, sin embargo, todos tenemos nuestra, valida y única opinión.

     Hay hechos que no pueden esconderse tras el velo de la negación, cuando una imagen está ahí para respaldarla, alguien dijo “Una Imagen vale más que mil palabras” y bueno, teniendo en cuenta esa premisa, a continuación unos videos que sustentan este escrito. ¿Qué creer?, el objeto de este documento es presentar la causa de un efecto, lo verdaderamente importante es creer.




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@giancarlonavesc

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